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Curar y cuidar en el Acto Médico Dr. Fernando Cabieses Todo acto médico implica el intento científico de curar
una enfermedad y el esfuerzo humano de cuidar a un paciente, Curar
y cuidar. Curar la enfermedad y atenderla dolencia.
La enfermedad es un desequilibrio orgánico, ocasionado por la
interferencia de un agente externo o interno en el delicado balance biológico
que mantiene la salud. La dolencia es la reacción emocional negativa que
la presencia de la enfermedad produce en el paciente. No solamente en
el paciente sino en el entorno de la persona enferma. Una emoción negativa
que se irradia a la familia, a los amigos, a los que dependen emocionalmente
del enfermo. Y el médico que solamente se ocupa de curar la enfermedad
y no realiza un sincero esfuerzo para atender la dolencia en el paciente
y su entorno, pierde el indispensable factor de controlar y ayudar a calmar
las reacciones emocionales negativas desencadenadas por la enfermedad.
El médico que no entiende eso, no llega nunca a comprender el enorme valor de la generosidad, de la solidaridad, del amor, de la amistad, del apoyo humano y del valor de la confianza que está obligado a despertar en la persona que está a su cuidado y en el entorno social de aquella persona. Es por eso que la confianza en el doctor es un factor tan indispensable en un acto médico "Tu té ha salvado", frase bíblica que se repite millones de veces al día en todo el mundo. Tu fé, tu confianza, tu entrega emocional hacia esa persona que atiende a tu enfermedad y que se solidariza con tu dolencia. Pero la confianza que deposito en el que intenta curarme no solamente está basada en su capacidad científica y en el sentimiento solidario que acompaña su relación conmigo. Así como la dolencia que sufro, como paciente se irradia a mi entorno humano, la confianza que le entrego a mi doctor se irradia también a su asistente, a su enfermera, a la clínica u hospital donde trabaja. Y, sobre todo, se irradia hacia el medicamento que me receta. Ese pedazo de papel en que mi doctor ha puesto su firma, encama en blanco y negro sus conocimientos y su cariño hacia mi. La receta es un documento soberano que amalgama la ciencia con la generosidad de mi doctor. La farmacología en estrecho engranaje con esa solidaridad humana que ganó mi confianza y mi entrega. Y así como cuando estoy bajo la acción de la anestesia no quisiera que un cirujano que no conozco tome el sitio de mi cirujano y proceda por su cuenta y riesgo a realizar la operación que mi médico había indicado, tampoco quisiera que la confianza que yo tengo en mi doctor sea traicionada cambiando el documento que él firmó con amor y buena fé. No quisiera que la cambien. ¡Prohibo que la cambien! Sobre todo porque quien la cambia no se toma la molestia de consultar con mi doctor. Sobre todo porque quien la cambia no siempre es un profesional farmacéutico sino un simple empleado de la botica. ¡Prohibo que la cambien! Traiciona mi confianza quien así procede. Destruye el vinculo que se formó entre el que, además de curar mi enfermedad, está empeñado en atender a mi dolencia con su generosidad y su enfoque humano. ¡Respete usted su firma! ¡Prohibo que la cambien! En fin, estas son las consideraciones emocionales y románticas que yo tengo sobre la soberanía de la receta. Pero, pensando sobre estos sentimientos y esas tendencias, la profesión médica ha dictado desde hace siglos claras advertencias que han pasado a ser ley y tradición: En el juramento hipocrático es necesario recalcar las siguientes frases "Estableceré el régimen de los enfermos de la manera que le sea más provechoso según mis facultades y mi entender, evitando todo mal y toda injusticia. No accederé a pretensiones que se dirijan a la administración de venenos ni induciré a nadie sugestiones de tal especie". Y en el Código de Etica y Deontología del Colegio Médico del Perú se establece claramente que los medicamentos prescritos por el médico deben tener base científica; todo abuso o mal uso constituye un atentado o falta a la ética " el médico debe ser especialmente cuidadoso al prescribir medicamentos que pueda tener efectos tóxicos o peligrosos para la vida o salud' .. El médico tiene el derecho de prescribir el medicamento de suconfianza En las recetas debe figurar clara y precisa el nombre del medicamento, la manera de administrarlo y el tiempo que debe durar el tratamiento." (Las citas corresponden a los Artículos 22, 23 y 24 del Código de Etica mencionado). |