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El crepúsculo de la histeria Dr. Raúl Mujica Cacho (*)
Durante la antigüedad y hasta en la Edad Media, muchas descripciones de fenómenos "sobrenaturales", y posteriormente con la expansión de la fé y la hegemonía de las religiones, los llamados v9milagro? no habrían sido otra cosa que desordenes de conversión susceptibles a explicación dialéctica del método científico - psicológico y a la sugesti4p terapéutica. Mas cerca de nosotros, hace poco mas de un siglo, Jean Martin Charcot, gran neurólogo e hipnotizador francés, desarrolló un verdadero "circo" en la Salpetriere, donde tenia pacientes histéricos, en su mayor parte mujeres, con todas las manifestaciones posibles de conversión: parálisis, anestesias, cegueras, afonías, amnesias, etc. y donde el demostraba la reversibilidad de los síntomas por medio de la hipnosis. A este "teatro clínico" llega el joven Signiund Freud, quien había ganado una beca, por concurso, para perfeccionar sus estudios de neurología bajo la tutela del gran Charcot. Este es un acontecimiento histórico en la medicina, pues permitió a Freud hacer la transición del campo neurológico, puramente orgánico al funcional, es decir al neuropsicológico, y de este al descubrimiento y desarrollo del psicoanálisis. Al volver a Viena, Freud habla de sus experiencias en la Salpetriere e impresiona a Joseph Breucr, un clínico mayor con amplia práctica establecida, que se convierte en su protector económico y luego en socio. Mas tarde los dos publican el libro "Estudios sobre la HisteriO. Fue Joseph Breuer quien se dio cuenta que los síntomas del paciente mejoraban durante la hipnosis, cuando el paciente hablaba de "material emotivamente sensitivo" fenómeno, y técnica que el denominó "barrer la chirnenea" o "Ia cura por hablar". Freud lo alabó por el "descubrimiento", estimulándolo a publicar sus experiencias. Pero Breuer no era investigador y Freud un hipnotizador indiferente que pronto se aburrió con el método. Ambicioso de investigar, Freud escudriña en el subconsciente, y ya solo, emprende la enorme tarea de descubrir el psicoanálisis. Por supuesto, que tanto para Breuer como para Freud y la legión de médicos que los siguieron, los pacientes "histéricos" continuaron casi hasta concluida la primera mitad del presente siglo. Es entonces cuando se empieza a notar un leve declinamiento epidemiológico, que se ha acentuado gradualmente en las últimas tres décadas. Cuando realicé mi formación psiquiátrica en Ohio State University, 1962 - 1964 tuve tres casos famosos, de lo que entonces llamábamos "Gran Histeri0 debidamente documentados y presentados a toda la facultad de profesores, a saber: Ceguera Total, Anestesia Total y Afonía Total. Después de ellos, hubieron otros casos menores a través de los años, Cabe citar que habiéndome establecido en el área metropolitana de New York e informado a la Sociedad Médica del Condado de Bergen sobre una de mis especialidades terapéuticas, la hipnoterapia, he recibido referencias en los últimos 30 años, cada vez menos frecuentes, siendo el último caso hace 15 años, un hombre ecuatoriano que hizo una afonía parcial, parálisis del brazo derecho y parálisis facial ... del lado derecho!!!, una imposibilidad anatómica. Afortunadamente, respondió al tratamiento con tres sesiones de hipnosis, seguidas de psicoterapia sugestiva y de apoyo. Después he sabido de uno que otro caso aislado en el Hospital Mairnonides, cada vez menos frecuentes. Asimismo, en las convenciones anuales de la American Psychiatric Association, son cada vez mas raros los casos que se presentan, mas como curiosidades históricas que verdaderos problemas clínicos, pudiéndose concluir que es un desorden que va desapareciendo. Las conclusiones acerca de la epidemiología de la histeria (Desorden de Conversión) están comprometidas por diferencias metodológicas, y los estimados varían en un amplio rango, desde 11 a 300 por 100,000 habitantes. Se acepta un marcado predominio en mujeres y de acuerdo a Cloninger hasta mas del 25% de mujeres post-partum o médicamente enfermas han reportado síntomas de conversión durante su vida. Sin embargo, estos síntomas parecen ser de resolución espontánea o de duración efímera pues no llegan a la atención del psiquiatra. La epidemiología clásica aceptaba una asociación con: estado socio - económico bajo, poca educación y sofisticación psicológica, y en poblaciones rurales. Todas estas condiciones siguen prevaleciendo, y sin embargo el desorden sigue desapareciendo. Porque? En mi opinión, y es sólo ello, pues no existen estudios sistemáticos, el fenómeno se debe fundamentalmente a dos factores que inciden sobre sofisticación psicológica. El primero es el cambio en las actitudes represivas de la energía sexual. En los Estados Unidos, sobre todo desde los años sesenta, se produjo la llamada ltrevolución sexual" diametralmente opuesta a la era victoriana de Freud, cuando imperaba la represión sexual. El segundo, y tal vez mas importante, es el enorme desarrollo de la infonnación a través del cine, la radio, la televisión y últimamente la cibernética con su ¡limitado alcance por computadoras que todo lo pueden obtener y todo lo pueden transmitir. En nuestro país, con un gran número de analfabetos que nunca leen libros, revistas o diarios, podría uno estar tentado a pensar que estas poblaciones serían más vulnerables al desorden de conversión. Parece no ser así, pues estas personas reciben información a través de su cultura, su música, sus tradiciones, la radio y hasta la televisión, y esperamos que continuando el progreso, hasta por computadoras. En cuanto a los psiquiatras que tratábamos el desorden, sí, era fascinante y teatral encontrar un caso y tratarlo, y luego contarlo a los amigos degustando una especie de aureola a lo Charcot. Pero no hace falta pues hay problemas más serios, dolorosos y difíciles que tratar. Resumen El autor presenta una revisión histórica breve del concepto de la histeria y describe las condiciones que resultaron en su actne epidemiológico, que continúa con la declinación gradual de su incidencia y prevalención, al mismo tiempo que explora las posibles causas de su virtual desaparición. Aunque la histeria, conocida como Desorden de Conversión ha existido desde tiempos inmemoriales, su declinación epidemiológica es un hecho plenamente aceptado.
(*) Miembro de la Promoción Médica de 1957 de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos. Su actividadprofesional la ha realizado en los Estados Unidos donde ha sido Profesor de Psiquiatría en el Hospital "Maimonides ". |