Nefropatía diabética

Dres. Carlos Battilana Guanilo(*)
Libia Lu Galarreta (**)

Resumen

La nefropatía diabética es la etiología más común de insuficiencia renal crónica termina¡ en la mayoría de países del mundo es una de las complicaciones en aumento y más temidas de esta enfermedad, no solamente por el riesgo que representa para la vida del paciente si no por el alto costo que su tratamiento implica. La razón de este incremento es el éxito logrado por el mejor manejo médico-quirúrgico de las comorbifidades cardiovasculares en prolongar la sobrevida de estos pacientes, permitiendo el desarrollo de complicaciones a mas largo plazo. El mejor entendimiento de los factores genéticos y la influencia del medio ambiente así como el control temprano de otros factores de riesgo, hipergilcemia, sobrepeso, cigarrillo, hipertensión, proteinuria y disfipidemia, permiten albergar la esperanza de una disminución significativa en la incidencia, prevalencia y velocidad de progreso de la nefropatía a sus fases terminales. Estudios recientes demuestran claramente que el tratamiento precoz y agresivo de las cifras de glícemia, microalbuminuria e hipertensión arteria¡ contribuyen de manera significativa a disminuir la posibilidades de esta complicación. La drogas de elección en el tratamiento de la microalbuminuria e hipertensión arterial son los Inhibidores de la ECA (IECA) por su efecto nefroprotector probado. Aún existe controversia sobre la utilidad de los bloqueadores de Canales de Calcio L y si los bloqueadores AT-1 mostrarán a largo plazo ser tan efectivos como los IECA. Las modalidades de tratamiento con diálisis peritoneal o hemodiálisis deberán ser individualizadas. El paciente especialmente el DM2 debe ser cuidadosamente seleccionado por sus complicaciones cardiovasculares, si se decide un transplante renal, como modalidad terapéutica.

Palabras clave: Nefropatía, Diabetes, Hipertensión, Microalbuminuria, Hiperglicemia, Insuficiencia Renal.

Introducción

La nefropatía diabética ha alcanzado cifras alarmantes en los últimos años, considerándose un problema de magnitud mundial. La explicación es en gran parte debida a que la introducción de la insulina y, el progreso logrado en el tratamiento de la hipertensión arterial, enfennedad coronaría y vascular periférica, les ha prolongado la vida significativamente, permitiendo el desarrollo de la nefropatía, complicación de curso más lento y progresivo por lo que se podría considerar como una consecuencia. La gran mayoría de estos pacientes corresponden al grupo con DM2 o diabetes del adulto ("). Aunque en el pasado se consideró que el riesgo de desarrollar nefropatía diabética era menor en la diabetes no insulino dependiente, DM2, en la actualidad existe suficiente evidencia que permite concluir que las posibilidades de esta complicación son similares para la diabetes insulino dependiente DMI y DM2 ('). El costo directo del tratamiento de la diabetes y sus complicaciones también se ha incrementado signifícativamente, representando cada vez un porcentaje mayor del presupuesto global del cuidado de la salud (6).

Este panorama mundial, se presenta a pesar del avance logrado en los últimos años en el conocimiento de la fisiopatología de las complicaciones y su tratamiento con resultados aún poco alentadores (7).

TABLA 1
INCIDENCIA EN PACIENTES DIABETICOS CON INSUFICIENCIARENAL TERMINAL: EVOLUCION DURANTE LA ULTIMA DECADA
1984 1994
Austria 7.3 18.0
Catalunia (España) 8.0 26.0
Dinamarca 6.5 16.9(8.0)
Islandia 0.0 10.0
Lombardia (Italia) 6.5 (2.9) 13.0 (7.0)
Países Bajos 4.2 10.4
Noruega 6.5 15.4 (11.1)*
Suecia 15.3 23.4
Australia 4.0+ 14.0
Nueva Zelandia 6.0 28.0
Japón 23.4+ 66.0
Taiwan -- 59.0§
Estados Unidos 29.2 107.0§
Nota.- Datos expresados como pacientes por millón en la población (pacientes con diabetes Tipo II).
* Datos de 1997
Datos de 1986 y 1996
Datos de 1986 y 1995
§ Datos de 1995

Epidemiologia

Se estima que de 100 millones de niños en Europa, entre 014 años, aproximadamente 10 mil desarrollarán DM 1. Esta cifra se ha incrementado sostenidamente en las últimos décadas, llegando en algunas poblaciones a doblar la incidencia de DMI en cada nueva generación sin causa aparente hasta el momento. Los diabéticos adultos son más numerosos y se calcula una población de 100 millones para el año 2000 a nivel mundial (8,9). La prevalencia varía significativamente de una población a otra. En Italia por ejemplo, el 85% de los diabéticos son DM2 y el 15 % DMI(10). Las tasas más altas de DM2, las tienen los indios Pimay la población de nativos mieronésicos en las Islas Nauru del Pacífico Central("). Aún dentro de un país, diferentes poblaciones pueden tener variaciones importantes en la prevalencia de DM2. Similares variaciones han sido reportadas para el Perú en sendas publicaciones por Zubiate (")y mas recientemente por Seclén y col.(13).

La tabla 1, muestra que el sostenido aumento en la incidencia de la nefropatía diabética ha conducido a cifras alarmantes en la prevalencia de esta complicación como causa de insuficiencia renal terminal. En algunos países en una década se ha duplicado y hasta triplicado el número de pacientes que llegan a (14) requerir terapia de sustitución con diálisis o trasplante renal . América Latina (Fig.1), no es ajena a este problema, como lo demuestran las estadísticas del registro Latino Americano de Diálisis y Trasplante, lo que hace imprescindible adoptar medidas urgentes para mejorar el tratamiento y reducir su incidencia con la finalidad de no sobrecargar peligrosamente nuestros ya comprometidos presupuestos de salud(`).

Factores de riesgo

Influencia Genética:

Además de la influencia de las aberraciones metabólicas en el diabético, el riesgo de desarrollar nefropatía está determinado por la carga genética. Se han descrito núcleos de familias de diabéticos DMI, con una incidencia del 5-10% de nefropatía mientras que la esperada es de 0.5% en la población general(`). El riesgo parece ser menor en los hijos de mujeres diabéticas comparado con el riesgo de los hijos de varones diabéticos y el riesgo de DMI parece ser mayor conforme la edad de la madre aumenta, encontrándose en esta población una incidencia de nefropatía superior a la esperada. La hipertensión arterial, microalbuminuria y eventos cardiovasculares son mas frecuentes en familiares de pacientes con DM2 (`). La susceptibilidad a la nefropatía diabética ha sido ligada a locus específicos en los cromosomas, los genes involucrados no han sido determinados (17, 18). La evidencia indica que el polimorfismo del Gen de la enzima convertidora de la Angiotensina 11 (ECA), si bien es cierto no influencia la incidencia de nefropatía, si tiene un efecto sobre la velocidad de progresión de esta complicación ('9). Otros genes como el alelo GP3825T, es más frecuente en DM2 con progreso rápido a la nefropatía (20,21) sin embargo los estudios hechos en poblaciones racialmente diferentes, o viviendo en distintas zonas con tasas variables de nefropatía en un mismo país, indicarían una fuerte influencia de los factores ambientales como determinantes (13) de la incidencia de DM2.

Glicemia:

La relación entre los niveles de glicemia y el riesgo de aparición de nefropatía en DM 1 como resultado del estudio DCCT (22) ha quedado bien establecida , la relación con la DM2 ha sido controversial (23,24) Recientemente el Estudio Prospectivo del Reino Unido (UKPDS), demostró claramente, que no importa como se alcance el control de la glicemia, si con hipoglicemiantes orales o insulina, existe una clara reducción del riesgo de complicaciones (25) de la DM2 incluyendo la nefropatía.

El consumo de cigarrillo:

Se asocia a una mayor frecuencia de mieroalbuminuria y la progresión de la nefropatía a la insuficiencia renal terminal es mas rápida en pacientes fumadores con DM2 (26) . En los pacientes con DM1 la progresión a la insuficiencia renal terminal es más lenta en aquellos que han dejado de fumar (27).

La ingesta de proteínas:

La evidencia entre la asociación de elevado consumo de proteínas y el riesgo de nefropatía diabética es tenue. Sin embargo algunos estudios sugerirían que existe una relación, habiéndose demostrado que en pacientes con DMI que mantienen la ingesta más baja de proteínas (0.8-1.0)g por kilogramo de peso por día los (28,29) niveles de microalbuminuria son menores.

Hipertensión:

La hipertensión ha sido estrechamente asociada al desarrollo y rápida evolución de la nefropatía diabética. Pacientes con predisposición genética a la diabetes, pero que aún no han desarrollado la enfermedad presentan cifras tensionales mas elevadas que la población general (30). Aproximadamente el 80% de pacientes presentan hipertensión o alteraciones en el ritmo circadiano de la presión arterial (non deepers) al momento del diagnóstico de la DM2 (3 l). Ambas alteraciones se asocian con la aparición temprana de mieroalbuminuria y complicaciones cardiovasculares (32,34).

FIGURA 1
ETIOLOGIAS MAS COMUNES DE IRCT EN AMERICA LATINA (CIFRAS SON PORCENTAJES DEL TOTAL DE PACIENTES INGRESADOS A TERAPIA DE REMPLAZO DIALITICO PERIODO 1993-1995)
Se puede apreciar que en Latino America la nefropatía diabética es una de las causas más comunes de insufcicnecia renal crónica terminal.

Factores Ambientales:

El medio ambiente es determinante en la aparición de la DM2. Una de las maneras más precisas de estudiar este fenómeno es el seguimiento de nativos de poblaciones que comparten una carga genética común, que migran hacia otras áreas con costumbres diferentes y compararlos con los que permanecen en su lugar de origen. Poblaciones asiáticas de Hindúes, Japoneses y Chinos que migran a otros países presentan una incidencia 2 a 6 veces mayor de DM2. Los nativos de la Polinesia que migran a Nueva Caledonia, presentan un incremento del 3 a 12%. en la

(35) incidencia de DM2 . Otras poblaciones como los Indios Pima de Norte América al integrarse a la civilización, presentaron un incremento en la incidencia de DM2 del 40% en 10 años (19671977). La tasa de DM2 en esta población es 10 veces mayor que en la población Norteamericana, sin embargo 30 años atrás su incidencia era similar a la población general(36). Estos cambios son un fiel reflejo de la influencia de la diferencia en el estilo de vida inducidos por el medio ambiente sobre la incidencia de DM2.

Obesidad:

La obesidad sobre todo de localización abdominal, ha sido asociada con mayor riesgo de DM2. En un estudio grande en Norte América con mas de cincuenta mil pacientes seguidos por 5 años, se demostró que el riesgo de desarrollar DM2 crecía exponencialmente cuando el Indice de Masa Corporal (IMC) excedía de 24. En aquellos sujetos con más de 35 de IMC el riesgo se elevó 40 veces más que.en aquellos con un IMC < 23. El riesgo era aún mayor para aquellos con IMC anorinal a edad temprana < 21 años (3'). Resultados similares fueron encontrados en un estudio grande en Noruega, donde el 23% de aquellos sujetos con IMC > 25 desarrollaron DM2 en los siguientes 10 años (39).

Actividad Física:

La actividad fisica influencia de manera decisiva la incidencia de DM2. Se estima una incidencia de DM2 es de 2 a 3 veces mayor en personas sedentarias en comparación con las fisicamente activas (40) . La obesidad y resistencia a la insulina factores importantes en la fisiopatología de la DM2 son mas recuentes en personas sedentarias (18).

FIGURA 2
VEGF Y GLOMERULO ESCLEROSIS DIABETICA
Se puede apreciar que en Latino America la nefropatía diabética es una de las causas más comunes de insufcicnecia renal crónica terminal.

Aspectos Fisiopatogénicos

La historia natural de la DM1 ha sido caracterizada claramente por Morgensen y col. Después de 10 años de enfermedad, aproximadamente un tercio de pacientes con DM 1 ha desarrollado microalbuminuria. La microalbuminuria se define como la excreción urinaria de albúmina entre (20 y 200 pLg / min) equivalente a (30 - 300 nig / 24h) y su existencia se considerada como la fase mas temprana de la nefropatía (42-44). La nefropatía franca se presenta pasados los 10 a 20 años de enfermedad y se caracteriza por proteinuria clínica y paulatino deterioro de la fátición. renal. Aunque con más dificultad en el cálculo del tiempo, se considera que la DM2 se comporta de forma similar. Diferentes estudios de prevalencia de microalbuminuria en pacientes con DM2, arrojaron cifras del 13 al 30% en diferentes poblaciones(45-47) ' Estudios con seguimiento longitudinal mínimo de 10 años, en pacientes con DM 1, DM2 y microalbuminuria mostraron que el 68% desarrollaron nefropatía clínica franca cada año mientras que < 2 % lo hicieron en el grupo norinoalhumimirico (48,49). El método mas preciso para determinar la frecuencia de nefropatía diabética franca es la incidencia acumulativa. Diversos estudios han demostrado que esta es similar para DMI y DM2. Durante los primeros 5 años de evolución, muy pocos pacientes desarrollan nefropatía, incrementándose posteriormente el número, hasta (50,53) alcanzar 25 - 40% a los 20 afios, llegando al 45% a los 40 años.

La velocidad de progresión de la nefropatía diabética hacia la insuficiencia renal terminal, está íntimamente relacionada a los siguientes factores:

  • Predisposición genética
  • Hipertensión arterial
  • Mieroalbuminuria
  • Proteinuria
  • Hiperglicemia
  • Activación del Sistema Renina Angiotensina

El factor genético, ya ha sido discutido ampliamente, líneas arriba, sin embargo cabe remarcar que si bien es cierto existen familias con mayor propensión a desarrollar nefropatía, la forma de herencia y los genes responsables distan mucho de haber sido determinados.

La hipertensión arterial no solamente es un factor importante para el desarrollo de la nefropatía en DMI y 2, si no también influencia la velocidad de progresión de esta a la insuficiencia renal terminal. La presión arterial > 160 / 95 mmHg se asocia a la forma de progresión más rápida (54) . Se ha calculado en el seguimiento de pacientes con nefropatía e hipertensión que cada mmHg de presión por encima de 80 mmHg diastólica, la filtración glomerular disminuye 0.69nil / min / año(55).

La microalbuminuria y la proteinuria clínica (proteinuria clínica se define como aquella capaz de ser detectada con las cintas reactivas > 300 ing / 24hs) son factores importantes como predictores tanto de la presencia de nefiropatía como de la velocidad de progresión de esta (56) . La inicroalbuminuria se asocia de manera significativa con la hipertensión arterial, pobre control de la glicemia, aumento de riesgo de complicaciones (7-58) cardiovasculares y muerte.

Una vez establecida la proteinuria clínica, esta es el mejor indicador pronóstico de la evolución hacia la insuficiencia renal terminal, sin embargo otros factores (edad, raza, sexo, severidad de la hipertensión, control de la glicemia) entran en juego para finalmente determinar la velocidad real de progresión(59).

La hiperglicemia es considerada un factor de riesgo independiente en la determinación de la rapidez de progresión. La persistente elevación de la glucosa, permite la formación de complejos (Glucosa-Aminoácidos) de varias proteínas matrices, proceso denominado glicación proteica o reacción de Maillard temprana, con la formación final del compuesto 3-deoxiglucosona (3-DG). Este compuesto es muy estable y reacciona luego con los aminoácidos de varias proteínas formando los llamados productos avanzados de glicación proteica, o estadío tardío de la reacción de Maillard ("). La acumulación de estos productos en el riñón se asocia a daño estructural, esclerosis glomerular y progreso a la insuficiencia renal. Se reporta depósitos de estos productos hasta en el 30% de glomérulos obtenidos por biopsia renal en pacientes con nefropatía diabética (61,62). La presencia de estos complejos y la hiperglicemia, estimulan la generación de radicales libres los cuales a su vez inducen la síntesis de factores de crecimiento como el factor de crecimiento vascular endotelial (VEGF) el TGF-P o factor de crecimiento tisular, el IGF-1, factor de crecimiento insulínico, el PDGF o factor de crecimiento derívado de las plaquetas y el TNF-a factor de necrosis tumoral alfa. Todos estos mediadores están asociados a la aparición de esclerosis glomerular (63) (Fig.2).

El sistema renina- angiotensina a través de su acción sobre la PKC, también ha sido implicado en el progreso de la nefropatía diabética. Además de sus efectos hemodinámicos sobre la microcirculación renal induciendo hipertensión glomerular e hiperfiltración también estimula la síntesis de factores de crecimiento TGF-P y PDGF promoviendo directamente la síntesis (64,65) de colágeno y la esclerosis glomerular (Fig. 3).

Alteraciones Remodinámicas

El sistema renina-angiotensina y la hiperglicernia tienen un efecto sinérgico en los cambios hemodinámicos glomérulares, que aparecen tempranamente en la evolución de le nefropatía y que se manifiestan clínicamente por un aumento significativo en la tasa de filtración glomerular, fenómeno denominado "hiperfiltración glomerular". Este fenómeno es consecuencia del aumento observado en la presión hidrostática glomerular o "Hipertensión Capilar Glornerular" y en el Kef o coeficiente de permeabilidad de la membrana basal del capilar glornerular. Esta anomalía es la más temprana manifestación de nefropatía y se, establece simultáneamente con el inicio de la diabetes, mucho antes de la aparición de la ii-ácroalburnimiría y de la hipertensión arterial, siendo solamente detectada por un incremento en la tasa de filtración glomerular (64,69) . La hipertensión capilar glomerular, obedece al mecanismo mediante el cuál la angiotensina Il mantiene

el tono vascular de la arteriola eferente del glomérulo mientras que la arteriola aferente sufre los efectos de la hiperglicernia que estimula a la Proteína Kinasa C (PKC) aumentando la síntesis de Deacilglicerol (DAG) lo que se traduce en una mayor síntesis de prostaglandinas y, por lo tanto, vasodilatación aferente. La combinación de vasodilatación aferente, sin una concomitante relajación eferente eleva la presión del capilar, hipertensión capilar glomerular, produciendo lesiones en la membrana basal que origina la microalbuminuria primero y en proteinuria clínica después al progresar la severidad de las lesiones. La proteinuria es un factor independiente asociado con el desarrollo de esclerosis glomerular a través de la inducción de la síntesis de Endotelina- 1 y factores de crecimiento glomerulares que favorecen el depósito de (70-72) colágeno en el mesangio.


Tratamiento de la nefropatía

Debido a que la nefropatía se inicia conjuntamente con la diabetes y aunque no exista evidencia clínica de nefropatía ni hipertensión arterial, los cambios hemodinámicos como la hiperfiltración, inducción de factores de crecimiento tisulares etc. son consecuencia directa de las aberraciones metabólicas, el tratamiemo de la nefropatía por lo tanto, debe comenzarse lo más tempranamente posible (73,74) . En la siguientes líneas nos ocuparemos de la terapia farmacológica y nutricional, para prevenir esta complicación.

Control de la Glicemia:

La primera línea de tratarniento para la DMI y DM2 consiste en alcanzar el control metabólico. No hay duda en la actualidad que ambas formas de diabetes se benefician por igual de la reducción de la glicemia (22,25) . El camino para llegar a esta conclusión se inicia en 1978 cuando se publicó la primera experiencia post insulínica en el control de la glicemia en 4400 pacientes con DMI, seguidos entre 1947 y 1973, y se demostró que existía una correlación entre el control metabólico y el desarrollo de nefropatía (75). Estudios posteriores en Holanda (76), Alemania (77) y Suecia (7"corroboraron estos resultados. Sin embargo otros trabajos obtuvieron resultados controversiales (79-82) . Recién en la última década grandes estudios longitudinales de seguimiento han permitido concluir claramente que la hiperglicemia sostenida se asocia con mayor frecuencia a la aparición de nefropatía(22,25). En virtud a esta información se iniciaron estudios de intervención en pacientes con DMI, con el objeto de evaluar el efecto del estricto control de la glicemia en el desarrollo de nefropatía. El primer reporte importante se publicó en 1983 y aunque el número de pacientes era pequeño (n = 74) se observó que después de dos años la filtración glomerular disminuyó 17% en el grupo con terapia insulínica convencional, mientras que no hubo cambios y la tendencia fue a mejorar en el grupo con terapia insulínica agresiva. Posteriormente varias publicaciones, con períodos de seguimiento variables entre 2 y 8 años, comparando la terapia insulínica convencional vs la agresiva, y esta vez dosando microalbuminuria, como marcador de nefropatía, mostraron resultados similareS(82 , 83) , El mejor estudio ha sido el DCCT (22) publicado en 1993 que por su diseño y metodología permitió finalmente concluir que el control estricto de la glicemia lograba reducir en 50% la aparición de nefropatía como prevención primaria y en 50% la progresión de la nefropatía en prevención secundaria. Un hallazgo con implicancias terapéuticas importantes se derivó del análisis del subgrupo (n = 73) de pacientes que ya presentaban microalbuminuria al momento del estudio y en quienes se evidenció progreso a la proteinuria clínica sin guardar relación con el control de la glicemia. Esta evidencia permitió sugerir que el tratamiento de la nefropatía es más efectivo en las etapas tempranas de la enfermedad, cuando aún no existe mieroalbuminuria, que cuando la lesión renal ya se ha establecido, por lo que todos los esfuerzos deben estar encaminados hacia el óptimo control de la glicemia apenas diagnosticada la enfermedad.

FIGURA 3
La hiperglicemia estimula a la Proteína Kinasa C (PKC) haciendo sinergismo con la AII que también actúa al mismo nivel. La PKC estimula la producción de TGF-B promoviendo la síntesis de Matriz, el deósito de Colágeno y ewclerosis glomerular.

Los estudios con DM2 aparecen mas tardíamente. En 1994, Lee y en 1995, Nelson, publicaron sendos estudios de seguimiento a largo plazo en indios americanos demostrando la relación entre pobre control de la glicemia y nefropatía (87, 88) Í En Japón, sobre 1065 pacientes estudiados por Yokoyama y col. se obtuvieron resultados similares, correlacionando los niveles de glicemia en ayunas y la posibilidad de nefropatía(89). La relación entre la aparición de microalbuminuria y desarrollo de nefropatía también ha sido demostrada tanto en gerontes con DM2 como en la DM2 de inicio reciente (90). Es de particular interés el trabajo publicado por Ravid y col. en Israel donde sobre unas población estudiada de 574 pacientes, normotensos, norrnoalbuminúricos, con inicio reciente de DM2, seguidos por 2 a 9 ahos se observó que 19% desarrollaron microalbuminuria y 16% albuminuria clínica. El análisis de regresión evidenció que la relación entre niveles elevados de hemoglobina glicosilada y nefropatía era exponencial. El análisis de otras variables como la presión arterial, y el colesterol se asociaron de manera estrecha no solamente con el inicio de% la nefropatía sino también con la progresión de esta (9).

El estudio ABCD sobre el rol determinante del control de la presión arterial y su influencia en la aparición o progresión de la nefropatía diabética") demostró que la hipertensión es un factor importante en la aparición de esta complicación en adultos mayores con DM2 y que la glicemia era un factor importante en jovenes con DM2.

Terapia de la Hipertensión

El efecto benéfico de la terapia farmacológica en el tratanúento de la nefropatía diabética ha sido bien documentado. Como consecuencia de los resultados del estudio Modificación de la Dieta en la Enfermedad Rena1(") se demostró que el control de la presión arterial en el límite superior normal (de acuerdo a los parámetros de la OMS), en nefrópatas proteinúricos, se asoció con un beneficio adicional en la reducción de la velocidad de deterioro de la filtración glomerular. Por esta razón la Fundación Nacional del Riñón en USA propuso las cifras de 125 / 75 nun Hg como objetivo de la terapia y luego el 61 reporte del JNC para el tratamiento de la hipertensión arterial (94) establece, para la población de nefrópatas diabéticos <130 / 80. Esta recomendación se sustenta en parte en los resultados de dos estudios en DM2, el HOT (Tratamiento óptimo de la Hipertensión) (") y el de Ruy Lope y col. (`) ambos coinciden en una reducción en la incidencia de eventos cardiovasculares que puede llegar hasta el 50% si la presión arterial diastólica se mantenía en 80nun Hg en lugar de 90 mm Hg como era el objetivo tradicional. Como se puede apreciar ambas recomendaciones son muy coincidentes en el concepto, que el mayor beneficio del tratamiento de la hipertensión arterial sobre la nefropatía, se obtiene cuanto mas cerca se llegue a las cifras normales de presión arterial. En 1995 Morgensen y Col. (97) reportan que el control agresivo de la presión arterial, redujo la microalbuminuria y aminoró la rapidez del progreso a la proteinuria clínica. Recientemente el mismo grupo de investigadores Daneses reportan que el tratamiento de la hipertensión con diuréticos y P-bloqueadores preservó significativamente la función renal en DM 1 (9). Este mismo efecto ha sido reportado en pacientes con DM2 y en quienes el control agresivo de la presión arterial redujo significativamente el riesgo de nefropatía ('9) * Es importante comentar los resultados de un nuevo análisis del estudio UKPDS sobre el efecto del control estricto de la presión arterial y de la glicemia en DM2, en el que se evidencia claramente, que el riego de nefropatía y complicaciones cardiovasculares disminuyó significativarnente al reducir la cifras tensionales. El control de la presión arteria¡ dio resultados benéficos, aún mas tempranos que el control de la glicemia(100) , Debe tenerse en cuenta que la aparición de mieroalbuminuna, asociada a hipertensión arterial, incrementa el riesgo de nefropatía o complicaciones cardiovasculares (99) , La proteinuria es un factor tóxico tubular que desencadena los procesos fibróticos, tanto en el glomérulo como en el intersticio renal (67). Por esta razón los pacientes con hipertensión arterial deben ser rutinariamente monitorizados para detectar la aparición o cambios en las cifras de microalbuminuria(100-102 ~ En el estudio HOT (9') se demostró, que el efecto beneficioso de la reducción de la presión arterial era mayor cuando el nivel al cual la presión arterial diastólica fue reducida era de 80 minfig en comparación con un objetivo de 90 mmHg. También se observó que en adultos mayores la reducción de la presión arterial diastólica a cifras por debajo de 85 mmHg no es factor de riesgo cardiovascular como se había sugerido. La elección del fármaco o asociación de ellos para tratar la presión artenal es muy importante. Basados en los hallazgos de Lewis y col. ('03) en 1993 quien utilizando Captopril 25 ing / 3 veces / día, logró reducir en 50% el riesgo de progresión de la nefropatía y estudios subsecuentes demostrando que el uso de inhibidores ECA, reducen significativamente el riesgo de nefropatía, comparado con P-bloqueadores y diuréticos, a niveles similares de control de la presión arterial, lo que motivó que el 6' reporte del JNC para el tratamiento de la hipertensión arterial recomiende a los inhibidores ECA como las drogas de elección en el manejo de esta complicación en pacientes con DMI,DM2 (94). Queda aún por ser dilucidado el rol de los bloqueadores de AT- 1, quienes en principio según estudios preliminares y a corto plazo de seguimiento tendrían el mismo efecto que los inhibidores ECA, sobre la hipertensión y la proteinuria, los estudios a largo plazo aún no han sido concluidos (104).

Un tema de controversia ha sido el uso de los bloqueadores de canales de Calcio debido a la disparidad de resultados tanto en animales como en humanos. Según Bakris y Tarif ('0') en los modelos animales de nefropatía diabética los bloqueadores de canales L de calcio de la clase dihidropiridínicos (BCCDHP) no demostraron protección contra la esclerosis ni disminución de la proteinuria. Estos hallazgos se explican por la incapacidad mostrada por los BCCI)HP en modificar los mecanismos hemodinámicos glomerulares e inflamatorios intersticiales conducentes a la proteinuria y esclerosis. Como se puede apreciar en la tabla 2 y en contraposición a los resultados con los BCCDHP, se encuentran los obtenidos con los bloqueadores de canales de calcio L no dihidropiridínicos (BCCNDHP), los que si demostraron un efecto protector renal al disminuir la proteinuria y la esclerosis (106, 0,) * Este efecto de los BCCNI)HP se explicaría por su acción reguladora sobre la presión capilar glomerular la hiperfiltración y el fenómeno inflamatorio intersticial("') ' ¿Porqué los BCC difieren entre si, aún bloqueando el mismo canal L?. La explicación se encontraría en la diversidad de canales de calcio, hasta el momento 6 tipos (LJN,PQJ). Los mas importantes son los canales L distribuidos ampliamente en el sistema cardiovascular. Los canales L están constituidos por 5 subunidades proteicas «' 11 (7'2 1 p, y, 3). La subunidad a, es la responsable de la apertura del canal y la dependencia del voltaje y es la que presenta los receptores de ubicación geográfica distinta para cada clase de BCC. Los BCC tipo L se clasifican en 3 clases según la posición del receptor en que actúan: Dihidropiridínas, Benzotiazepinas y Fenilalkilaminas, todos con acciones hemodinámicas y tisulares diferentes en el riñón, lo que explica su diversidad de efectos (105), (Tabla 2). Tres meta análisis publicados en modelos experimentales de animales con nefropatía diabética y no diabética, mostraron que los fármacos mas eficaces en reducir la proteinuria eran los BCCNDHP y los inhibidores ECA. Así mismo se detectó una correlación estrecha entre reducción de la proteinuria y disminución de esclerosis glomerular (106,107,109) . En general, drogas antihipertensivas que fallan en reducir la proteinuria no alteran el progreso de la nefropatía("O).

Una posible explicación de porqué los BCC presentan efectos tan disímiles sobre la flinción renal y el progreso de la nefropatía, sería el hallazgo que los BCCDHP anulan la autoregulación glomerular y por lo tanto la fuerza de la presión arterial sistémica se trasmite directamente al glomérulo lo que en presencia de hipertensión se refleja en hipertensión glomerular. En cambio los BCCNI)HP están desprovistos de este efecto y por lo tanto los cambios en la presión arterial sistémica no se reflejan en la presión capilar glomerular la que se mantiene normal (111). Corroboran estos hallazgos dos líneas de evidencias: la primera es, que cuando se utiliza BCCI)HP la presión arterial sistólica debe reducirse a 110 mm Hg o menos para obtener un efecto protector renal tanto en la proteinuria como en la tasa de filtración glomerular ('0'). La segunda consiste en un estudio reciente comparando el efecto de Lisinopril y Nifedipino en pacientes con DMI, normotensos con mieroalbuminuria seguidos por 3 años, donde ambos mostraron un efecto protector similar, evitando el paso de la microalbuminuria a la proteinuria clínica (112). otros resultados sin embargo comparando el efecto protector de los inhibidores ECA con BCCDHP son contradictorios. Uno de estos es el estudio de Velucci y col. enpacientes con DM2 comparando el efecto de Cilazapril un Inhibidor ECA y Anilodipino BCCI)HP de acción prolongada en el control de la presión arterial, proteinuria y función renal a 3 años de seguimiento con resultados similares para ambas drogas (113) . El otro es el de Rossing Y Col. (114) quienes evaluaron el efecto protector de Lisinopril y Nisoldipino en pacientes con DM1, encontrando que Lisinopril disminuyó significativamente mas la proteinuria que Nisoldipino. Las diferencias podrían deberse a la variación en los niveles de control de la presión arterial entre pacientes punto crucial cuando se usan BCCDHP y su efecto sobre la autoregulación glomerular y la presión capilar glomerular (105,109,114).

Un comentario aparte son los resultados del bloqueo adrenérgico con los nuevos bloqueadores a, P como el Carvedilol el que a diferencia de los 0 bloqueadores selectivos, por su efecto vasodilatador agregado demostró a corto plazo mejorar la resistencia a la insulina, reducir la microalbuminuria y preservar la función renal en DM2(115).

En resumen los inhibidores ECA y los BCCNDHP son las drogas de elección para protejer al riñon en diabéticos ly2. Otras drogas como los bloqueadores AT-1, BCCI)HP y bloqueadores adrenérgicos a, P aún queda por ser demostrado en estudios a largo plazo.


Manejo del paciente con DM 1 y DM2 e insuficiencia renal crónica

Manejo Nutricional

Recientemente Barsotti, G y Col.(116) publicaron un trabajo en pacientes con DMI y DM2, en el cuál se comparó la velocidad de deterioro de la función renal en 2 grupos de pacientes con diferentes grados de insuficiencia renal sometidos a un período sin restricción proteica de 2 años y luego a otro con restricción proteica por 4 años. La depuración de creatinina del 1 er grupo osciló entre 19 y 6 mI / min. Este grupo recibió 0.3 g / proteínas / Kg de peso / día y fósforo 6 nig / Kg / día suplementada con amino ácidos esenciales y ketoanálogos. La depuración de creatinina del segundo grupo osciló entre 60 y 22 nil / min. La dieta contenía 0.7 g / proteínas / Kg peso / día suplementada con aminoácidos esenciales y un contenido de fósforo de 10 trig / Kg / peso / día. El análisis demostró que la velocidad de deterioro de la función renal en ambos grupos fue 4 veces mayor durante el período de libre ingesta que durante el de restricción proteica (0.9 m1 / min vs 0.22 mI /min respectivamente). En resumen la restricción proteica significó un beneficio adicional en la disminución de la velocidad de progresión de la insuficiencia renal en el paciente con nefropatía diabética.

Terapia de sustitución

Debido al compromiso arteriosclerótico extenso en la vasculatura periférica y al no poder lograr accesos vasculares duraderos, la hemodiálisis desde sus inicios ha tenido serias dificultades en estos pacientes, con tasas elevadas de morbimortalidad comparada con los no diabéticos. Resueltos los problemas técnicos y peritonitis, complicaciones frecuentes hace 20 años, cuando se inició la diálisis peritoneal continua ambulatoria (CAPD), la supervivencia de los pacientes en CAPD ha mejorado notablemente tanto en DMI como en DM2. Esta modalidad de tratamiento ofrece una serie de ventajas sobre la hemodiálisis como: ultrafiltración paulatina y sostenida, con cambios lentos en la composición del medio interno, electrolitos, osmolaridad, mejor preservación de la función renal residual, así como mejor manejo de la hipertensión arterial y estabilidad bioquímica(117,118) . Sin embargo la peritonitis como complicación de este tratamiento es la infección mas frecuente, siendo el paciente diabético inmuno comprometido los cuadros son particularmente severos(119). La incidencia de peritonitis ha disminuido notablemente con el tiempo, como lo demuestra la comparación de los trabajos de Traneus en 1989 y Tzamaloukas y col. 1993 (120) (121). Traneus, reporta 82% de hospitalizaciones en pacientes diabéticos con CAPD por esta complicación y 53% en no diabéticos. Mas aún 44% de los pacientes con peritonitis hacían recurrencias y un curso mas prolongado contra solamente 15% en no diabéticos. Tzamaloukas sin embargo comparando diabéticos y no diabéticos, no encuentra diferencias ni en la incidencia de peritonitis ni en las recidivas o curso tórpido de esta. Las diferencias serían explicadas por el abandono de la vía intraperitoneal para la administración rutinaria de insulina y haber logrado progresos técnicos en los sistemas tanto de administración como de drenaje disminuyendo así al máximo la posibilidad de contaminación bacteriana exógena. Otro problema que enfrenta el paciente diabético en CAPD es la significativa pérdida de proteínas en el líquido de dializado, que puede agravar su ya muchas veces comprometida situación nutricional obligando a mantener una ingesta proteica adecuada para mantener un balance positivo de nitrógeno (119) * Un problema que preocupa y aún no resuelto son las implicancias de la continua absorción de glucosa del líquido de diálisis y sus efectos en los niveles de lípidos, disminución de HDL, elevación de la razón LDL / HDL, y su posible rol en la aterosclerosis acelerada observada en algunos pacientes con esta modalidad de tratamiento (122). Aunque la calidad de vida es mejor con CAPD, los progresos logrados por la hemodiálisis en los últimos años tales como: mejores y eficientes membranas, regulación automática de la ultrafiltración y técnicas quirúrgicas modernas de acceso vascular, hacen que en la actualidad la mortalidad en ambas formas de tratamiento sea muy similar, como se desprende del análisis de 2 grandes registros de pacientes en diálisis en Minessota y en Lombardía, Italia (123) (124). Por esta razón es que la elección de la modalidad de tratamiento debe ser individualizada a las necesidades y características personales de cada paciente.

Transplante renal

Al comparar la sobrevida de los pacientes transplantados con DM2 esta es significativarnente menor a la obtenida en transplantados con DMl y población transplantada no diabética. La modernización de la inmuno supresión y manejo de las complicaciones han logrado que el transplante renal se haya convertido en una excelente alternativa de tratamiento particularmente para pacientes con DM l. Los resultados en DM2 cuando se excluyeron las complicaciones vasculares incluyendo coronariografias mejoró notablemente. El paciente diabético por sus complicaciones debe, por lo tanto, ser cuidadosamente seleccionado para este tratamiento (14,125,126).

 

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(*) Profesor Principal, Facultad de Medicina, Universidad Nacional Mayor de San Marco
(**) Serumista, Minsa.