Coccidiosis
Dr. Raúl Tello Casanova
(*)
Introducción
FIGURA
1
|
 |
Cryptosporidium con 4 esporozitos. tinción:
Kinyoun.
|
Las coccidias intestinales
son protozoos parásitos tisulares obligados, que habitan en la mucosa
intestinal. Se clasifican corno miembros del philum Apicomplexa, por presentar
el llamado Complejo Apical. Agrupa varios géneros, de los cuales
son patógenos para el hombre: Isospora, Cryptosporidium, Cyelospora,
Sarcocystis, Toxoplasma. Los cuatro primeros son considerados como
coccidias intestinales (1,2).
La característica común es la presencia de ooquistes o formas
infectantes en heces (base del diagnóstico), como consecuencia del
ciclo biológico desarrollado en el epitelio del intestino delgado.
Estos protozoos tienen, cada vez, mayor importancia, entre los inmunodeprimidos.
1. Isospora Belli
Descrito por Virchow en 1860 e identificado por primera vez, en las vellosidades
intestinales del hombre. Weriyon (1923), le dio el nombre que hasta ahora
conserva (3).
Este protozoo infecta sólo al
hombre, quien se parasita por la ingestión de agua o alimentos contaminados
con ooquistes maduros esporulados.
Ciclo biológico
Los ooquistes, al ser eliminados en
las deposiciones, son ovalados, elipsoidales y en ocasiones ahusados con
los extremos romos. Su tamaño promedio es de 30 x l2pt. El ooquiste,
que se libera inmaduro, se hace infectivo en contacto con el medio ambiente,
desarrollándose dos esporoquistes con cuatro esporozoítos en
cada uno. Al ser ingeridos por el hombre, los esporozoítos realizan
una multiplicación asexual esquizogónica, en los enterocitos
del duodeno distal o yeyuno proximal, originando merozoítos que infectarán
otras células, para formar el micro y macrogameto. La unión
de éstos formará los ooquistes (4).
Patogenia
La intensidad del daño intestinal
se relaciona con la cantidad, virulencia y capacidad de penetración
en los tejidos, y con el estado inmunológico del paciente. Las lesiones
epiteliales se caracterizan por aplanamiento de las vellosidades, hipertrofia
de las criptas e infiltración
de la lámina propia por eosinófilos, leucocitos polimorfonucleares
y células plasmáticas(4).
Cuadro Clínico
El período de incubación
es de una semana, produciéndose diarrea, pérdida de peso, dolor
abdominal, calambres, debilidad, malestar general, anorexia y fiebre moderada.
En inmunocompetentes, aunque autolimitada a tres semanas, diarrea acuosa
profusa y malabsorción, con presencia de heces de color amarillo
pálido, maloliente y con aumento de grasa fecal. En los inmunocomprometidos
(SIDA), los síntomas son severos y prolongados que pueden persistir
por meses, años o indefinidamente, amenazando la vida (3,5).
Diagnóstico
Los quistes de I. belli se
pueden observar concentrando heces en exámenes seriados, o empleando
métodos de tinción basados en la ácido-resistencia (Kinyoun,
Ziehl-Neelsen modificado, safranina). Se observan parásitos y cristales
de Charcot-Leyden (2-4).
Tratamiento
En los pacientes inmunocompetentes, se debe tratar con medidas dietéticas
para restituir agua y electrolitos o medidas profilácticas adecuadas.
En los pacientes con SIDA, el tratamiento recomendado es trimetoprim (160mg)
y sulfametoxazol (800mg) por vía oral, 4 x d x 1 Od; para disminuir
a 2 x d x 3 semanas como mínimo (3,4).
2. Cryptospoidium parvum
FIGURA
2
|
 |
Cryptosporidium. Tinción: Kinyoun.
|
En 1907, Tyzzer describió por primera
vez este parásito en las criptas gástricas de ratones de laboratorio
asintomáticos. En 1976, Meisel y Nime reportaron los primeros casos
de Cryptosporidiosis humana. A partir de 1982 ha sido implicado como uno
de los más importantes agentes oportunistas en pacientes con SIDA.
Se han descrito numerosas especies de Cryptosporidium;
pero en 1985, Upton y Current concluyeron que sólo dos afectan a
mamíferos: C. parvum, de ooquistes pequeños (seres humanos y
terneros) y C muris, con ooquistes más grandes (ratones) (2,3).
Ciclo Biológico
La fase sexual de su cielo origina
el ooquiste o elemento intectante (4-6pL) con cuatro esporozoítos
en su interior, los cuales, al ingresar al tracto digestivo son liberados
para colonizar las células epiteliales. Cada esporozoíto se
divide asexualmente para formar merontes I (con ocho merozoítos),
que pueden reciclarse, o merontes II (con cuatro merozoítos). Estos
últimos forinarán los micro y macrogametos. Del huevo se desarrollarán
ooquistes de pared delgada (formas autoinfectantes), y de pared gruesa
ya infectivos, que se eliminan con las heces.
Patogenia
Al igual que otras coccidias, la infección por C. parvum es intracelular,
pero además es extracitoplasmática, y se desarrolla debajo de
la membrana celular o en el borde en cepillo de las células del epitelio
intestinal. Este ciclo también se ha descrito en otros epitelios.
Cuadro Clínico
Las manifestaciones clínicas dependen
de la capacidad de respuesta del sistema ininune del paciente. Los inmunocompetentes
presentan una diarrea autolimitada de días o semanas; los ¡m-nunocomprometidos
(con SIDA), sufren de diarrea grave y prolongada que puede llevar a la
muerte (2,3,4,6).
Diagnóstico
FIGURA
3
|
 |
Cyclospora cayetanensis. Tinción: Kinyoun.
|
Se efectúa con técnicas directas
o métodos inmunológicos. Los más usados se basan en la
recolección de las deposiciones con o sin fijadores; métodos
de concentración (Sheather) y de tinción con fuesinabásica
(Ziehl-Neelsen modificado) o safranina (4,7,8).
Tratamiento
En los pacientes imnunocompetentes, el tratamiento es sintomático.
En los inmunosuprimidos sin SIDA, es suficiente tratar la causa de la
inmunosupresión (corticoides, etc.). En pacientes con SIDA, se han
empleado antirretrovirales, espiramicina, y macrólidos como roxitromicina,
critromicina y azitromicina. Ultimamente se está prescribiendo un
aminoglicósido oral (paromomicina),
a razón de 500nig, 4 x d x 4 semanas,
con una buena respuesta (4).
3. Cyclospora Cayetanensis
Eimer, en 1879, notó por primera vez
la Cyelospora en el intestino de topos. Desde entonces ha sido encontrado
en otros animales, como roedores y serpientes. En 1979, organismos parecidos
a Cyc1ospora fueron observados por primera vez en 3 personas de Papúa
Nueva Guinea. En 1985, se aislaron de humanos, organismos de 8 a 10u de
diámetro, parecidos a cianobacterias o coccidias (por su semejanza
con Cryptosporidium parvum), considerados
responsables de enfermedad diarreica (3,4,7).
En 1993, Ortega y colaboradores (9)
(John Hopkins University y Universidad Peruana Cayetano Heredia) reportaron
un nuevo protozoario coccidio, patógeno en humanos, cuya forma infectante
(ooquiste) contenía sólo dos esporoquistes con dos esporozoítos
en cada uno. Se estableció que correspondía a una nueva especie:
Cyclospora cayetanensis.
Ha sido reportado con creciente frecuencia
en diversos paises americanos, europeos, aflicanos y asiáticos, tanto
en inr,nunocompetentes viajeros como en inmunosuprimidos con SIDA.
Su ciclo biológico es desconocido
y su transmisión parece ser por fecalismo (3,4).
Cuadro Clínico
Puede cursar asintomáticamente.
En inmunocompetentes, la mayor prevalencia se presenta en niños,
con cuadros de diarrea acuosa, pérdida de peso, dolor abdominal;
pero en inmunosuprimidos adultos (SIDA), la sintomatología puede
ser más intensa y grave (3,4,10).
Diagnóstico
En montajes húmedos, los ooquistes
son vistos como esferas no refráctiles. Estos pueden ser teñidos
por las técnicas de Kinyoun, Ziehl-Ncelsen modificado o safranina,
o concentrados con las técnicas de flotación de Sheather y de
sedimentación de etil-acetato formalina (7,8).
Tratamiento
Algunos pacientes han sido tratados
sintomáticamente con preparaciones antidiarreicas y han obtenido
algún alivio; sin embargo, la enfermedad se autolimitaría y
resistiría a las terapias convencionales. Trimetoprim - sulfametoxazol
parece ser la droga de elección
(160ing TNIP / 800mg SMX), 4 x d x 10d (3,4).
Los inmunocompetentes responden a Metronidazol
500mg, 3 x d x 5d (Terashima, A.: observaciones no publicadas) ó
160mg TMI> / 800ing SMX, 2-3 x d x 5d.
4. Sarcocystis hominis
Lo que antes era conocido como Isospora hominis
es ahora reconocido como parte del ciclo de vida de dos especies de
Sarcocystis.- S. bovihominis (de bovinos) y S. suihominis (de
suinos).
Ciclo biológico
Estos parásitos zoorióticos
tienen un ciclo obligatorio de dos hospederos: en el definitivo (carnívoros,
incluido el hombre) ocurre una reproducción sexual que deposita en
las heces, ooquistes de 9 a l6bi con dos esporoquistes y cuatro esporozoítos
maduros; en el intermediario (herbívoros), una multiplicación
asexual da origen a sarcocistos en fibras musculares estriadas o cardíacas.
Los humanos pueden servir también como huéspedes intennediarios
incidentales si consumen esporoquistes fecales de especies propias de
animales (en conjunto se les denomina 1 Sarcocystis lindemanni)(3,5).
El ganado bovino o porcino adquiere la infección
al ingerir esporoquistes con los alimentos y aguas de bebida; el hombre,
al consumir carne cruda de vacuno o cerdo con quistes tisulares (4).
Patogenia
La destrucción intestinal, producto de la reproducción sexual
del parásito a nivel del subepitelio intestinal, sería el principal
mecanismo del daño causado por Sarcocystis.
Cuadro Clínico
Se cree que la mayoría de casos humanos son asintomáticos. La
infección por S. suihominis sería la principal causa
de la mayoría de los sintomáticos, lo cual produciría un
síndrome gastrointestinal agudo de corta duración, que ocasiona
dolor abdominal, meteorismo, vómitos, diarrea, febrículas y
sudoración (2,4).
.
Diagnóstico
Se hace en forma directa para observar los esporoquistes y/o ooquistes
en heces; además, exámenes coprológicos seriados, usando
métodos de concentración como Teleman, Faust, etc., serían
los apropiados (4).
Tratamiento
Es sintomático por tratarse generalmente de un cuadro breve y autolimitado.
Consiste en dieta (fraccionada, liviana y blanda) y medidas para corregir
la deshidratación (4).
Bibliografía
1. Bogitsh, B; Cheng, T. Human Parasitology; I st edition, Saunder College Publishing, New York, USA 1990.
2. Mandell, G; Bennett, J; Dolin,
R. Mandell, Douglas and Bennett's. Principles and Practice of Infectious
Diseases; 4th edition, Churchill Livingstone Inc, USA. 1995.
3. Garcia, L; Bruckner, D. Diagnostic
Medical Parasitology; 3rd edition, American Society of Microbiology, Washington,
USA 1993.
4. Atlas, A. Parasitología Médica; 1 a edición, Publicaciones Técnicas
Mediterráneo, Santiago, Chile. 1998.
5. Markeil, E; Vóge, M; David, J. Parasitología Médica; 6a edición,
Me Graw-Hill Interamericana de España. 1990.
6. Merino, F; Pérez, M; Ladrón
de Guevara; C. et al. Características
clínicas y epidemiológicas de la diarrea por Cryptosporidium.
Enf Infec y Microbiol Clin. 1989:7 (2); 28-32.
7. Marshall, M; Naumovitz, D; Ortega,
Y;. et al. Waterborne Protozoan Pathogens. Clinical Microbiology Reviews
1997; 10 (1): 67-85.
8. Garcia, L; Bruckner, D; Brewer, T,
et al. Techniques for the recovery and identification of Cryptosporidium
oocysts from stool specimens. Journal ofClinical Microbiology 1983; 18
(1):185-190.
9. Ortega, Y; Sterling, C; Gilman,
R; et al. Cyclospora species - A new protozoan pathogen of humans.
N Engl J Med. 1993; 3328:1308-1312.
10.Carrillo, L; Sfinchez, L; Quispe, V;
et al. Cyclospora cayetanensis: un patógeno gastrointestinal
emergente en el Hospital Arzobispo Loayza. Boletín Sociedad Peruana
de Enfermedades Infecciosas y Tropicales (SPEIT) 1997; 6 (1):30-32.
(*) Profesor Asociado de Medicina. Jefe
Docente del Laboratorio de Parasitología del Instituto de Medicina
Tropical "Alexander von Humboldt -, Universidad Peruana Cayetano
Heredia. Miembro del IffT " Alexander von Humboldt ", U.PCIL
|