Diabetes mellitus en los pacientes jóvenes

EL desciframiento casi completo, del genoma humano ha dado origen a una explosion de información y opiniones sobre el futuro de este avance científico.

En tre los aspectos más destacados que se están discutiendo son las implicancias éticas, legales y sociales que tendrá este proyecto.

Entre los múltiples aspectos tratados cabe destacar los siguientes: justicia y propiedad en el uso de la información genética por los empleadores, las compañías de seguros, el Poder Judicial, las escuelas, las agencias de adopción y los estamentos militares, entre otros.

La privacidad y confidencialidad de la información genética deberá ser celosamente guardada. Ya hay ejemplos, Islandia, que ha decidido realizar el mapa genómico de toda la población, ha dejado, en la ley, una cláusula que permite al ciudadano negarse a que su genoma sea incorporado al banco de datos que se ha abierto con este fín.

Ya entrando en el terreno médico, la primera pregunta es ¿Que impacto psicológico, e incluso estigmatización, pueden derivarse de las diferencias genéticas de un individuo? Otras preguntas son: ¿Debe realizarse la investigación genética, cuando la enfermedad que se va a investigar, no tiene tratamiento? ¿Tienen los padres el derecho de que se realizen pruebas en sus hijos para enfermedades que solo aparecerán en la edad adulta?

Ante esto es indudable que la comunidad médica debe prepararse para realizar las pruebas genéticas en forma confiable y los médicos deben ser capacitados para la interpretación de las mismas.

Es en el campo de la reproducción humana donde están surgiendo ya una serie de problemas como se ha visto en la discusión sobre la forma de disponer de los embriones no utilizados en la llamada fertilización asistida.

El avance de la genética va a permitir que se cuente con diagnóstico genético antes del nacimiento, a través del estudio de las células del líquido amniótico. En este caso los problemas van a ser mayores ya que los padres, considerando sus creencias religiosas, deberán tomar decisiones trascendentales para la vida del nuevo ser.

La terapia genética se utilizará en el futuro para tratar, curar o prevenir enfermedades o afecciones congénitas. Este tipo de tratamiento no es tan simple como pudiera parecer a simple vista. Los genes no son las cuentas de un collar que pueden ser reemplazadas fácilmente. Introducir genes en las células requiere de los llamados vectores, generalmente virus y precisamente son estos virus los que están causando los problemas e incluso muertes, lo que ha obligado a suspender programas que se realizaban en universidades de prestigio en los Estados Unidos. Además, no todas las enfermedades genéticas son monogénicas, es decir, dependen de un solo gen, la mayoría son poligénicas, lo que hace que su tratamiento se convierta en una tarea formidable.

Se avanza más, se habla ahora del mejoramiento genético, es decir, la introducción de genes que podrían modificar algunas características del individuo como la talla, por ejemplo, o el color de los ojos. ¿Serán estos procedimientos aceptados por la sociedad? y algo más, asumiendo que esto se permitiera, hay que preguntarse como afectaría esta introducción de nuevos genes en el sistema genético del individuo. Hay que recordar que los genes no funcionan aisladamente sino en relación con otros genes, cercanos o lejanos.

Hasta ahora se ha hablado de genes en relación a enfermedades, pero que pasará si se descubre que la conducta del ser humano también está determinada genéticamente ¿Significará esto la desaparición de la responsabilidad?

Todas estas observaciones nos llevan a pensar que hay que empezar, desde ahora, un serio proceso de educación de los profesionales de la salud, de los abogados y de los jueces.

Dr. Rolando Calderón Velazco
Profesor principal de Medicina. Universidad Peruana Cayetano Heredia