Homocisteína y riesgo cardiovascular

En la vida actual, las enfermedades cardiovasculares constituyen un grupo muy importante de alteraciones que han incrementado la morbi-mortalidad de personas mayores de 50 años.

Se ha podido demostrar que existe un número creciente de factores de riesgo cardiovascular, agrupados en lipídicos y no lipídicos. Entre estos últimos, se ha determinado que el incremento de homocisteína en sangre constituye un factor independiente de riesgo para contraer alteraciones cardiovasculares por aceleramiento de la ateroesclerosis e incremento de la trombosis (1). La homocisteína es un producto colateral del aminoácido metionina que, a través de la transulfuración se transforma en cisteina, para lo cual requiere de vitamina B6 y de la enzima cistationina-ß-sintetasa o mediante una remetilación se transforma en metionina, para cuyo efecto requiere de las vitaminas B2, B12 y folatos, así como de la acción de la enzima metilenetetrahidrofolato reductasa. Se ha demostrado que la deficiencia de estas últimas vitaminas(1), consumo de cafeína(2), entre otros factores ocasionan incremento de la homocisteína. Este hecho es de mucha importancia en nuestro medio, en el que las deficiencias nutricionales son un problema nacional de salud.

De allí que resulte interesante, la publicación en este número de DIAGNOSTICO del trabajo "Valores referenciales de homocisteína plasmática en adultos aparentemente sanos en Lima-Perú", que si bien es el primero que se efectúa en laboratorios nacionales y que servirá de base para conocer la magnitud de los transtornos de este marcador metabólico, ya existen datos en un segmento importante de nuestra población como son las mujeres embarazadas, Sixto Sánchez y colaboradores han demostrado que concentraciones bajas de folato y elevadas de homocisteína incrementan el riesgo de desarrollar preeclampsia (3).

La investigación en esta dirección, es decir en el campo de las alteraciones nutricionales en nuestro país, puede aportar muy interesante información, que, entre otros aspectos, explique como es que muchos de los pacientes que desarrollan eventos cardiovasculares evidentes no suelen portar los tradicionales factores de riesgo cardiovascular como dislipoproteinemia, obesidad, diabetes mellitus, hipertensión, etc., en los que ciertamente no se les suele medir las concentraciones de folatos ni de homocisteína en sangre. Este razonamiento cobra mayor relevancia cuando se advierte que la disminución de los niveles de homocisteína mediante la administración de folatos puede reducir los eventos cardiovasculares en pacientes tratados en una acción de prevención secundaria (4).

Dr. Fausto Garmendia Lorena
Profesor Principal, Facultad de Medicina,
Universidad Nacional Mayor de San Marcos (UNMSM).

Bibliografía

1. Boushey, CJ; Beresford, SA; Omenn, GS. et al. A quantative assessment of plasma homocysteine as a risk factor for a cardiovascular disease. JAMA 1995;274:1049-57.
2. Nygarard, O; Refsum, H; Ueland, PM. et al. Coffee consumption and plasma total homocysteine. The Hordalo and Homocysteine Study. Am J Clin Nutr 1997;65:136-42.
3. Sánchez, S; Zhang, C; Malinow MR. et al. Plasma folate, Vitamin B12, and homocyst(e)ine concentrations in preeclamptic and normotensive Peruvian women. Am J Epidemiol 2001;153:474-80.
4. Schneyder, G; Rofi, M; Pin, R. et al. Decreased rate of coronary restenosis after lowering of plasma homocysteine levels. N Engl J Med 2001;345:1593-600.