Diabetes
mellitus en el adulto mayor
Dr.
Segundo Seclén Santisteban (*)
I.
Criterios diagnósticos
Criterios Epidemiológicos
Alrededor de un 20% de adultos mayores son portadores
de diabetes mellitus y casi un 40% tienen intolerancia a la glucosa.
El tipo de diabetes más frecuen- temente presentada por el adulto
mayor es la diabetes tipo 2 con un alto componente de insulino resistencia
acentuada por el proceso de envejecimiento y con una insulino deficiencia
relativa; la diabetes tipo 1 de origen autoinmune que lleva a la destrucción
total de las células beta del páncreas, ha sido descrita
en un porcentaje bastante bajo en adultos mayores (1).
En nuestro país de acuerdo al censo de 1993 se ha calculado alrededor
de un millón de personas portadoras de esta enfermedad, de las
cuales alrededor de 300,000 son adultos mayores (2-4)
Criterios Clínicos
Generalmente la diabetes tipo 2 se presenta en los adultos mayores de
manera asintomática y pueden cursar con glicemias elevadas sin
presentar los síntomas característicos. Los pacientes sintomáticos
presentan: poliuria, polidipsia y pérdida de peso importante con
o sin hiperfagia. Pueden asociarse también síntomas como
visión borrosa, astenia, somnolencia, susceptibilidad a las infecciones
sobre todo urinarias y en el caso de las mujeres prurito vulvar y leucorrea.
Otra forma de presentación muy frecuente en el adulto mayor es
el síndrome hiperosmolar caracterizado por glicemias mayores de
600mg/dl y compromiso severo del sensorio. Un porcentaje importante de
pacientes cuando son diagnosticados por primera vez presentan evidencia
de complicaciones cró-nicas ya sea retinopatía, nefropatía
o neuropatía diabética.
Generalmente, los pacientes portadores de diabetes tipo 1 debutan con
un cuadro severo de cetoacidosis diabética (5).
Criterios de Laboratorio
El diagnóstico de diabetes mellitus es posible
por cualquiera de los siguientes procedimientos:
- Una glicemia en ayunas igual o mayor de 126 mg/dl,
especialmente asociada a síntomas: astenia, somnolencia, prurito vulvar y susceptibilidad
a las infecciones.
- Una glicemia al azar igual o mayor de 200 mg/dl, asociado o no a síntomas
clásicos (poliuria, polidipsia, pérdida de peso, visión
borrosa).
- Una glicemia igual o mayor de 200 mg/dl, dos horas después de
una sobrecarga de 75g de glucosa por vía oral. Cualquiera de estos tres criterios hacen el diagnóstico de diabetes
mellitus, pero tienen que ser confirmados en otro momento por cualquiera
de éstos mismos procedimientos. La glicemia en ayunas es preferible
para el diagnóstico por ser un procedimiento fácil, reproducible
y de bajo costo.
Se considera ayunas a la no ingesta calórica por lo menos en
las 8 horas previas.
Se considera glicemia al azar a toda determinación
de glucosa en cualquier momento del día, sin relación a
ingesta calórica
alguna (6).
II. Prevención y promoción
Las medidas de prevención y promoción de la diabetes mellitus
deben dirigirse principalmente a la población adulta mayor en
mayor riesgo de adquirirla constituida por:
- Obesos
- Antecedentes familiares de diabetes
- Hipertensos
- Hiperlipidémicos
- Mujeres menopáusicas
La prevención primaria debe estar dirigida a combatir los factores
de riesgo modificables como son la obesidad, sedentarismo, hiperlipidemias,
hipertensión, tabaquismo y nutrición inapropiada, es decir
fomentar un estilo de enveje- cimiento saludable.
La prevención secundaria estará dirigida a los pacientes
portadores de diabetes mellitus o intolerancia a la glucosa y tiene como
objetivos a través del buen control metabólico de la enfermedad,
prevenir las complicaciones agudas y crónicas.
La prevención terciaria está dirigida a pacientes dia-
béticos con complicaciones crónicas, para detener o retardar
su progresión; esto incluye un control metabólico óptimo
y evitar las discapacidades mediante la rehabilitación física,
psicoló-gica y social, impidiendo la mortalidad temprana.
Tanto la prevención secundaria como terciaria,
requieren de la participación multidisciplinaria de profesio-
nales especializados (7).
III.
Evaluación (8)
Interrogatorio
1. Fecha y circunstancias del diagnóstico de diabetes.
2. Historia de medicamentos usados en el tratamiento de la enfermedad.
Tratamiento actual, incluyendo dieta y ejer- cicio.
3. Controles previos de glicemia.
4. Régimen nutricional actual y evolución del peso.
5. Historia de ejercicio.
6. Frecuencia, severidad y causa de complicaciones agudas como cetoacidosis
e hipoglicemia.
7. Infecciones previas o actuales, principalmente en pies, dérmicas,
dentales, pulmonares y genitourinarias.
8. Síntomas, historia y tratamiento de complicaciones crónicas:
Oftalmológica:
- Disminución de la visión.
- Visión doble.
- Visión borrosa.
Nefropatía:
- Orina espumosa.
Neuropatía:
- Periférica
- Parestesia y disminución de la sensibilidad bilateral,
principalmente en miembros inferiores.
- Dolor que empeora por la noche en miembros inferiores
- Debilidad muscular en una pierna o brazo.
- Autonómica
- Hipotensión postural.
- Diarreas nocturnas.
- Retención urinaria.
- Impotencia sexual.
Vascular:
- Infarto de miocardio agudo (IMA) o angina inestable.
- Claudicación intermitente.
- Accidente cerebrovascular (ACV), secuelas.
9. Consumo de medicamentos que pueden alterar los niveles de glucosa.
10. Presencia de factores de riesgo cardiovasculares asociados:
- Hipertensión Arterial
- Tabaco
- Dislipidemias
- Obesidad central
- Historia familiar de enfermedades cardiovasculares
11. Estilos de vida: psicosocial, cultural, educacional y económico.
Examen Físico
Se debe realizar un examen físico completo. Debe prestarse atención
especial a las áreas específicas de riesgo para el paciente
diabético, incluyendo:
1. Peso y talla.
2. Diámetro abdominal (diámetro anteroposterior sagital).
3. Presión arterial, incluso evaluación de ortostatismo.
4. Examen oftalmológico (fondo de ojo).
5. Examen de la cavidad oral.
6. Palpación de la tiroides.
7. Examen cardíaco.
8. Evaluación de los pulsos.
9. Examen abdominal (ej. Hepatomegalia).
10.Examen piel (incluyendo los lugares de inyección de insu-lina).
11. Examen neurológico (reflejos, sensación vibratoria,
táctil y proprioceptiva).
Procedimientos auxiliares
1. Glucosa en ayunas y/o postprandial 2 hrs.
2. Hemoglobina Glicosilada (HbA1 ó HbA1c).
3. Perfil Lipídico.
4. Creatinina.
5. Examen de orina: cuerpos cetónicos, glucosa, proteínas,
cilindruria y según resultado:
6. Microalbuminuria como predictor de nefropatía diabética:
valores mayores de 30 mg/día ó >30ug/mg de creatinina
son anormales.
7. Cultivo de orina: Si el examen microscópico es anormal o hay
síntomas urinarios.
8. Test de función tiroidea: por la alta prevalencia de hipotiroidismo
subclínico asociado.
9. Electrocardiograma (EKG): para la detección de infartos silentes.
IV.
Tratamiento (9,10)
Objetivos del Tratamiento
- Evitar la hipoglicemia que es muy deleterea en este grupo en especial.
- Eliminar los síntomas de hiperglicemia.
- Alcanzar y mantener parámetros metabólicos y bioquími-
cos normales o cerca de lo normal:
- Glucosa Sérica ayunas menos de 140 mg/dl.
- Glucosa Sérica Postprandial menos de 160 mg/dl.
- Mantener un peso corporal razonable.
- Mantener HbAlc 7%.
- Normalizar perfil lipídico.
- Mantener PA 130/80.
Medidas de soporte: Terapia No Farmacológica
Dieta
- Debe cubrir los requerimientos
calóricos, evitando la ganancia
de peso.
- Ingesta calórica diaria total: 25-35 Cal/Kg. de peso/día,
fraccionada en desayuno, almuerzo, lonche y comida.
- La proporción de nutrientes, excepto en pacientes con nefropatía
diabética, deberá ser:
60 - 70% : Carbohidratos (200-250 gr./d)
10 - 20% : Proteínas (de origen animal y vegetal) (50 - 60
gr./d)
30% grasas: Saturadas < 10% del total: grasa animal
Poliinsaturados < 10% del total: pescados
Monoinsaturadas 10-15% del total: aceituna, maní, castañas,
palta, nueces, aceite de oliva o girasol.
- En relación con carbohidratos se recomienda:
- Consumo de: fruta, leche, pan, papas, arroz.
- Edulcorantes: Sacarina y aspartame.
- Fibra: 20-35 g (soluble e insoluble), de frutas variadas.
- Sodio: 2400 - 3000 mg/d.
Ejercicio Físico
-
Se recomienda una actividad física regular, mínima
tres veces por semana y de duración igual o mayor a 30'. Debe
aconsejarse el autocontrol de los pies antes y después de cada
actividad física para utilizar el calzado más adecuado
al tipo e intensidad del ejercicio.
- Evaluación del estado cardiovascular en todos los pacientes
(hay riesgos adicionales en caso de existir retinopatía proliferativa,
neuropatía autonómica, enfermedad cardiovas- cular, etc.
- Los pacientes en insulinoterapia, por el riesgo de hipoglicemia por
ejercicio intenso, deben consumir una ración adicional rica
en carbohidratos complejos antes de iniciar el ejercicio y un reajuste
de las dosis de insulina.
Terapia Farmacológica
En este grupo etáreo deben utilizarse con mucha precaución
medicamentos hipoglicemiantes (sulfonilureas, nateglinida, insulina)
por el alto riesgo de hipoglicemia que conlleva su utilización.
• Si el paciente no es obeso (IMC 20-25 kg/m2) de preferencia,
se inicia con monoterapia de:
- Sulfonilúrea (SU).- Se puede empezar con:
- SU de segunda generación (glibenclamida): iniciar con una
dosis mínima de 2.5 mg, pudiéndose llegar hasta 10 mg
repartidos en dosis de 5mg 30' antes de cada alimento. De no haber
respuesta con la dosis máxima se puede asociar a la biguanida:
- Biguanida (metformina):
500 mg después de cada alimento hasta una dosis máxima de 2 gr,
lo cual permite utilizar menos dosis de Sulfonilúreas.
ó
- Inhibidor glucosidasa (Acarbosa):
Inmediatamente antes de cada alimento en dosis de 50 mg - 300 mg por día
ó
- Glitazona: (Rosiglitazona o Pioglitazona):
Iniciar con dosis mínimas hasta llegar a la dosis máxima en el
transcurso de cuatro semanas. Se requiere control hepático mensual
durante los primeros ocho meses.
• Si el paciente tiene sobrepeso o es obeso (IMC > 27
kg / m2) , se inicia con:
- Biguanidas (Metformina):
- Iniciar con 500 mg 1 ó 2 v/día (preprandial y se aumenta 500
mg por día cada semana hasta alcanzar el control metabólico o
la dosis máxima de 2.5 gr/día)
- No en insuf. renal o hepática
ó
- Inhibidor glucosidasa (Acarbosa):
Iniciar con 50 mg inmediatamente antes de cada ali- mento en dosis de 50
mg - 300 mg por día
ó
- Glitazonas (Rosiglitazona o Pioglitazona):
En dosis crecientes con control hepático con control hepático
semanal durante las primeras ocho semanas hasta llegar a la dosis máxima.
Ante un mal control agregar sulfonilureas como tratamiento combinado
igual que en el paciente diabético con peso normal.
• Si el paciente no responde al tratamiento de agentes orales
combinados o si se trata de ancianos diabéticos con una pérdida
importante de peso o desnutri- do, se debe instaurar insulino terapia
a razón de 0.2 U / Kg de peso de insulina de acción intermedia
administrada en 2 dosis por vía subcutánea: 2/3 de la
dosis antes del desayuno y 1/3 restante antes de la cena, con controles
de glicemia en ayunas y dos horas después de las comidas para
regular la dosis administrada.
Consejería: Educación Diabetológica
- Es el pilar fundamental en el manejo del paciente y permite hacerlo
copartícipe del cuidado de su salud.
- Es preferible que se imparta desde la primera consulta ya sea personal
o grupal e impulsar la integración del paciente a los programas
de educación diabetológica de cada Centro de Salud.
En la educación diabetólogica se debe hacer hincapié en
los siguientes aspectos:
1. Naturaleza de la enfermedad, su repercusión en la salud,
personal, familiar y en la sociedad, de no controlarse adecua- damente.
2. Plan de alimentación.
3. Importancia del ejercicio físico.
4. Inculcar hábitos saludables de vida, como son, el dejar de
fumar y abstenerse del consumo desmedido de alcohol.
5. Informar acerca de los beneficios y técnicas del automo-
nitoreo.
6. Impartir conocimientos para prevenir, detectar y tratar situaciones
de emergencia.
7. Enseñar a reconocer los síntomas y signos de las compli-
caciones crónicas.
8. Enseñarle el cuidado del pie.
9. Impartir conocimientos sobre el control adecuado de las enfermedades
que acompañan a la diabetes.
10. Entrenarle en las técnicas de aplicación de insulina.
11. Luchar contra las actitudes negativas y engañosas sobre
el tratamiento de la diabetes.
V. Protocolo de control clínico y de laboratorio
Primera Visita
• Evaluación Clínica:
- Historia Clínica completa y examen clínico general
- Peso
- Talla
- Indice de masa corporal (peso (kg) / talla (m2)
- Perímetro abdominal
- Presión arterial
- Examen de los miembros inferiores
- Pulsos periféricos
- Exploración neurológica
- Examen del pie
- Examen ocular
- Estado del cristalino
- Agudeza visual
- Fondo de ojo
- Examen odontológico
•
Exámenes de Laboratorio:
- Glicemia en ayunas y/o posprandial 2 horas
- HbA ó HbA1c
- Colesterol total, HDL, LDL
- Triglicéridos
- Creatinina plasmática
- Orina completa
- Según resultado medir:
- Proteinuria de 24 horas o
- Microalbuminuria en orina de 12 horas
- Electrocardiograma
- Rx tórax
Segunda Visita
• Evaluación Clínica
- Peso
- Presión arterial
• Exámenes de Laboratorio
- Glicemia en ayunas y posprandial
- Glucosuria y cetonuria
Cada 2 ó 3 meses
• Evaluación clínica
- Peso
- Presión arterial
- Examen de miembros inferiores
• Exámenes de Laboratorio
-Análisis completo de orina
- HbA1 ó HbA1c
- Si eran anormales en la primera visita:
- Perfil lipídico
- Proteinuria o microalbuminuria
Anualmente
• Evaluación Clínica
- Examen ocular: incluye fondo de ojo
- Examen odontológico
• Exámenes de Laboratorio
- Perfil lipídico
- Proteinuria 24 h o microalbuminuria 12 h
- EKG
- Rx tórax
VI. Puntos clave para recordar 1. La diabetes mellitus en el adulto mayor es una de las enfermedades
crónicas más prevalentes y asintomáticas, por
lo que debe de realizarse una glicemia en ayunas de rutina por considerarse
grupos de alto riesgo de tener la enfermedad.
2. Las medidas de prevención y promoción de la diabetes
mellitus en el adulto mayor están dirigidas a combatir los factores
de riesgo modificables: obesidad, sedentarismo, hiperlipidemias, hipertensión,
tabaquismo y nutrición inapro- piada fomentando un estilo de
vida saludable.
3. El diagnóstico bioquímico preferencial de la diabetes
mellitus en el adulto mayor es una glicemia en ayunas mayor o igual
a 126 mg/dl.
4. La evaluación clínica inicial de un paciente diabético
debe dirigirse también a identificar las complicaciones crónicas
tipo retinopatía, nefropatía, neuropatía o enfermedad
coronaria que se presentan con relativa frecuencia en el paciente recién
diagnosticado.
5. El tratamiento farmacológico y no farmacológico a
iniciarse en el adulto mayor con diabetes debe diferenciar a sujetos
con peso normal (índice de masa corporal de 20-27 kg/m2) de
sujetos con sobrepeso u obesidad (índice de masa corporal mayor
de 27 kg/m2).
6. El tratamiento no farmacológico, dieta y ejercicio (caminata),
son los ejes fundamentales del tratamiento del paciente diabético
y sobre esta base debe instaurarse agentes orales insulino estimuladores
(sulfonilureas) en los pacientes con peso normal y agentes orales insulino
sensibilizadores (metformina, acarbosa, glitazonas) en los pacientes
con sobrepeso u obesos. Debe considerarse la utilización de
terapia combinada de agentes orales antes de pasar a la insulino terapia.
7. El tratamiento de la diabetes en el adulto mayor debe de tener
en consideración el evitar la hipoglicemia que es muy deleterea
en este grupo en particular.
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Second Edition. Professional Comunications NC a Publishing Corporation
Copyrighth 1998.
(*) Profesor Principal de Medicina
de la Universidad Peruana Cayetano Heredia (UPCH)
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