El control de la calidad integral
de los medicamentos
Dr. Fernando Quevedo Ganoza
Los alimentos, los medicamentos y los tóxicos constituyen los
principales compuestos xenobióticos, es decir aquellos que son
extraños al organismo humano. Diariamente, los humanos debemos
ingerir los alimentos. Los medicamentos se emplean por prescripción
médica, o por automedicación, responsable o irresponsable.
En cuanto a los tóxicos, los hay que se ingieren como "acompañantes" naturales
de algunos alimentos (1) o como contaminantes de los mismos (2), también
hay tóxicos "lícitos" que se consumen usualmente,
como la cafeína y xantinas relacionadas y, desgraciadamente, también
hay consumidores de tóxicos muy peligrosos, las comúnmente
llamadas "drogas ilícitas", que causan gravísimos
daños a la salud y a la sociedad.
Los alimentos, los medicamentos y los tóxicos lícitos
deben ser sometidos a una serie de controles que garanticen su calidad
e inocuidad. Nos ocuparemos, en este artículo, del caso particular
de los medicamentos de uso humano.
Los medicamentos han sido y son compuestos esenciales para el ser humano
y sus organizaciones sociales, para diagnosticar (en vivo), para prevenir,
curar o aliviar enfermedades. En resumen, para proteger y preservar la
salud. Los medicamentos han sido considerados como un "bien social".
Sin embargo, el uso de medicamentos no está exento de riesgos.
En realidad, ninguna sustancia lo está. "Dosis sola facit
venenum", "Solamente la dosis permite clasificar una sustancia
como venenosa", como lo aseveró, con toda razón, el
médico y químico, Paracelso (1493-1541).
Pero, aparte de los riesgos relacionados con la dosificación,
un medicamento puede ofrecer otros riesgos si una serie de condiciones
durante el diseño, procesamiento, almacenamiento, distribución,
prescripción, dispensación y modalidades de conservación
y uso por los pacientes, no se cumplen estrictamente. Recordemos que "Riesgo" es
la probabilidad estadística o contingencia, que una sustancia
afecte la salud, es decir que haga daño. Volvemos a indicar, sin
embargo, que no existe riesgo cero. Es también útil recordar
que Peligro es el agente biológico, químico o físico,
que puede afectar la salud del consumidor.
Capítulo aparte, en la condición de "medicamentos
riesgosos", lo constituyen los medicamentos no autorizados por ser
falsificados, fraudulentos, "contrabandeados", ofrecidos por
Internet, robados, etc. La OMS recibió la primera alerta sobre
la circulación de medicamentos falsificados en ocasión
de la Conferencia de Expertos en el Uso Racional de Medicamentos celebrada
en Nairobi, en 1985. Esto dio lugar a que los delegados ante las Asambleas
Mundiales de la Salud, denunciaran este problema, lo que originó varias
resoluciones, la más importante de las cuales fue la adoptada
en mayo de 1988 que solicitó que "la OMS inicie programas
para la prevención y detección de la exportación,
importación y contrabando de medicamentos etiquetados falsamente,
falsificados o elaborados con ingredientes sub-estándar y pidió que
se cooperara con el Secretario General de las Naciones Unidas cuando
las provisiones sobre los tratados internacionales sean violados" (3).
Varias reuniones posteriores de expertos de la OMS, se han realizado
para discutir este problema. Desgraciadamente, en lugar de disminuir,
estos delitos han continuado aumentando. Se considera que la falsificación
de medicamentos es uno de los delitos económicos que crece más
rápidamente en el mundo entero, amenazando por igual a países
desarrollados, a los emergentes y a los en vía de desarrollo.
Esto ha dado lugar a que se edite una Guía para proteger los derechos
de propiedad intelectual (c).
Por estas, y otras razones, es necesario subrayar la imperiosa necesidad
que los medicamentos sean sometidos al control de su calidad integral,
lo cual incluye, por supuesto, que la eficacia y la inocuidad de un medicamento
sean evaluadas minuciosa y responsablemente. El Médico-Cirujano
es responsable de los medicamentos que prescribe, pero esto supone una
responsabilidad solamente para él con relación a los pacientes
a su cargo, lo cual representa un pequeño número de personas
y no de toda la población. Esa responsabilidad podría,
incluso, considerarse injusta, si el paciente hubiese adquirido o recibido
medicamentos falsificados, vencidos de fecha, etc.
De lo dicho se desprende que es indispensable que el Estado se responsabilice
del control integral oficial del medicamento, que incluye la evaluación
de la calidad, de la inocuidad y de la eficacia, y esta responsabilidad
es irrenunciable para el Sector Salud. Por eso, al indicar Calidad Integral,
queremos significar que las acciones de control no están referidas únicamente
al análisis físicoquímico o microbiológico
de los medicamentos como producto terminado, a pesar de su innegable
importancia. La Calidad Integral de un medicamento debe diseñarse, "construirse",
controlarse y conservarse.
El descubrimiento o desarrollo de nuevas moléculas con valor
terapéutico, el diseño de la forma farmacéutica,
su inocuidad (atóxicas en las condiciones de uso), los ensayos
pre-clínicos y clínicos, los estudios farmacocinéticos
(investigación de la absorción, distribución,
metabolismo y excreción), la confirmación de la biodisponibilidad
y bioequivalencia de las formas farmacéuticas que se hayan diseñado,
etc. deben asegurar su validez. Luego, durante el procesamiento, es decir
la preparación del medicamento, deben cumplirse una serie de recomendaciones
que permitan seguir "construyendo" su calidad integral. Es
necesario recordar que es la industria farmacéutica la que ha
desarrollado una de las mayores experiencias en lo relacionado al aseguramiento
y control de calidad. Casi se podría afirmar que el lema de esa
industria era y sigue siendo "La Calidad comienza por casa".
Desde hace muchos años, los departamentos de aseguramiento o de
control de calidad de los laboratorios farmacéuticos serios, ponen
toda su atención en cada uno de los aspectos que intervienen en
el procesamiento y control analítico final, y que incluye, en
varios casos, los servicios de inspección postventa. Cabe destacar
que el sistema de control de calidad en los laboratorios farmacéuticos
prevé que exista un criterio de independencia y autonomía
en las decisiones. Los Farmacéuticos que prestan o han prestado
sus servicios profesionales en esos laboratorios, saben muy bien que
las exigencias de las empresas superan, en mucho, a las exigencias oficiales.
(El autor de este artículo pudo comprobar esto personalmente cuando
trabajó en los departamentos de control de calidad de E. R. Squibb & Sons
Laboratorios en Lima, y de Farbenfabriken Bayer A.G. en Leverkusen, Alemania).
Gestión de la Calidad
Los conceptos sobre Calidad y su control han ido variando en el tiempo.
Con el incremento de la producción industrial y del comercio internacional,
y teniendo como objetivo alcanzar la excelencia, se han ido sistematizando
los conceptos y se han creado (o recreado) herramientas y normas para
lograr y mantener la Calidad. Es así que ahora se prefiere emplear
los términos de "Gestión de la Calidad o "Gestión
de la Inocuidad". Para la Gestión de la Calidad se han reformulado
normas que han dado como resultado, por ejemplo, la Serie ISO 9000, cuyas
guías aparecieron en 1987, y que se han ido perfeccionando en
nuevas versiones. Para la gestión del medio ambiente se recomienda
seguir las Normas de la Serie ISO 14000. El glosario o "diccionario" de
los términos usados en gestión de la calidad corresponde
a ISO 8402. Otro enfoque muy importante es el del Mejoramiento Continuo
de la Calidad. Y, por supuesto, lo es también la realización
de Auditorías de la Calidad.
Buenas prácticas de manufactura
Estos avances llegan a coexistir con o a mejorar una serie de normas
o herramientas específicas para lograr la producción de
medicamentos de muy buena calidad. Uno de ellos es el de las Buenas Prácticas
de Manufactura-BPM ("Good Manufacturing Practices", "GMPs").
Cuando recién se presentaron, a nivel de la FDA de los EEUU, fueron
llamadas "Normas Paraguas" ("abrir el paraguas antes que
empiece a llover"), en 1967, la Asamblea Mundial de la Salud aprobó una
primera versión, la cual fue actualizada con un nuevo documento
en 1975. Posteriormente, se han actualizado estas normas y se han preparado,
por OMS y por OPS, Guías muy adecuadas (4). La Comisión
FAO/OMS del Codex Alimentarius ha aprobado también las BPM para
el procesamiento de alimentos. En síntesis, las BPM indican lo
que debe hacerse, y las medidas a tomar, durante la elaboración
de productos farmacéuticos para lograr su conformidad a las especificaciones
que garanticen su calidad, eficacia e inocuidad, pero "no
necesariamente a cómo realizar las operaciones de fabricación
y de control de calidad" (5).
Validación de los procesos
Otro concepto a considerar, cuando se aplican las BPM en la industria
farmacéutica es el de la Validación de Procesos, definida
por la OMS como el acto documentado para probar que los procedimientos,
procesos, equipos, materiales, o sistemas aplicados producen efectivamente
los resultados esperados. En el Perú, los profesores del Departamento
Académico de Farmacotecnia y Administración Farmacéutica
(DAFAF) de la Facultad de Farmacia y Bioquímica de la UNMSM, han
dirigido tesis e investigaciones sobre la aplicación de la Validación
de procesos en diversos aspectos de la fabricación de medicamentos
en nuestro medio.
Inocuidad de los medicamentos
Al referirnos a inocuidad (que algunos llaman "Seguridad")
estamos indicando el atributo de un medicamento de no afectar la salud
del paciente, si sigue las indicaciones dadas por el médico prescriptor
y por el farmacéutico dispensador, en especial cuando este último
aplica los principios de la Atención Farmacéutica. Esta
condición del Medicamento de ser "Inocuo", atóxico,
debe juzgarse aparte o independientemente de las reacciones adversas
medicamento/medicamento, medicamento/alimento, u otras que puedan producirse
por motivos diferentes a la acción terapéutica del medicamento "per
se".
Las BPM están también encargadas de prevenir las contaminaciones
cruzadas con penicilínicos, por ejemplo microbianas, así como
las confusiones que puedan producirse con algunos ingredientes (6,7)
o durante el etiquetado. Para garantizar la inocuidad, el autor propuso,
hace muchos años, aplicar los principios del Análisis de
Peligros y determinación de los Puntos de Control Crítico
(HACCP) durante la preparación de vacunas u otros medicamentos,
y como resultado de las investigaciones en Buenos Aires, por la Unidad
de Rabia del CPZ/OPS, ratificó esta propuesta ante los industriales
farmacéuticos (8). La utilidad del Sistema en la industria farmacéutica
ha sido reconocida recientemente por algunos autores británicos.
Laboratorios de control de calidad
En la Industria Farmacéutica, estos laboratorios no son meros
auxiliares, como a menudo y equivocadamente consideran algunas personas.
Los laboratorios constituyen, junto con las BPM y los procesos de validación,
las "piedras angulares" del sistema de aseguramiento de la
calidad, eficacia e inocuidad. Las pruebas analíticas físicoquímicas
que los laboratorios emplean para demostrar la pureza, potencia, identidad,
desempeño, estabilidad y otras características, son muy
valiosas. Las técnicas microbiológicas para demostrar la
ausencia de contaminaciones, con gérmenes de alteración
o patógenos, en productos estériles o no estériles,
deben reunir, al igual que las físicoquímicas, una serie
de características para que sean confiables, tanto para los medicamentos
como para los alimentos y otros productos. Entre las varias características
se encuentran la Especificidad, Sensibilidad, Reproducibilidad, Rapidez,
Bajo Costo, Exactitud, Precisión (9), Robustez, últimamente
también se está exigiendo la Trazabilidad, y, para
algunas técnicas, la determinación de la Incertidumbre
en los análisis.
Un aspecto a considerar es la recomendación que los laboratorios
analíticos estén Acreditados (ISO o NTP 17025) y, aunque
no lo estuvieran, es ineludible que tengan en operación un Sistema
de Aseguramiento o Garantía de la Calidad del Laboratorio (10),
para cumplir las Buenas Prácticas de Laboratorio (BPL) (11), es
necesario, igualmente que exista una buena administración de los
laboratorios (12). Es también interesante señalar que los
laboratorios están en capacidad de realizar controles simplificados
de calidad, para la detección de defectos galénicos, cambios
de color, olor, precipitados, turbidez, partículas, etc. u otras
pruebas básicas aconsejadas por la OMS. Algunas de estas pruebas
pueden ser efectuadas también por los inspectores. En el Perú,
existen laboratorios públicos y privados con gran competencia
profesional. Algunas universidades también tienen muy buenos laboratorios.
Entre ellos podemos mencionar el Laboratorio de Control de Calidad de
la Universidad Peruana “Cayetano Heredia”, recientemente
optimizado y acreditado, y el de Cenprofarma, de la Facultad de Farmacia
y Bioquímica de la UNMSM, creado en 1997.
Almacenamiento, transporte, dispensación, uso
Existen también Buenas Prácticas de Almacenamiento (BPA)
y Dispensación, así como recomendaciones para un transporte
adecuado. La DIGEMID efectúa un control muy exigente sobre esas
prácticas y, en especial, sobre las BPA.
Los usuarios también podrían ser considerados como parte
del Sistema de Control Integral. Los Farmacéuticos, a través
de sus Programas de Atención Farmacéutica, y en su condición
de educadores para la salud, deben brindar información y educación
a sus clientes-pacientes, sobre las precauciones a tomar durante el uso
del medicamento, los mejores lugares para guardarlos en sus domicilios,
la necesidad de eliminar los medicamentos sobrantes, etc. Al igual que
los procesadores, establecimientos farmacéuticos, clínicas
y hospitales, es preciso que los usuarios tomen también las precauciones
para evitar la contaminación microbiana de los productos (13).
Recomendación final
Hemos revisado la importancia del control de calidad integral de los
medicamentos, la complejidad del problema y la urgente necesidad que,
para garantizar la salud de los peruanos, el Estado le brinde la atención
que merece. Es urgente, por eso, que se dote a la DIGEMID de mayores
recursos económicos que le permitan optimizar sus actividades
de inspección y de los análisis que se tienen que realizar
por su encargo. El autor también considera indispensable que en
nuestro Perú se organice una agencia pública, descentralizada
y autárquica, similar a la Administración de Medicamentos
y Alimentos (FDA) de los EEUU, con la responsabilidad de controlar la
calidad de los medicamentos, alimentos, tóxicos, cosméticos,
insumos médicos, agentes de saneamiento, etc. Tenemos los profesionales
bien capacitados para hacer funcionar eficiente y eficazmente dicha agencia.
Bibliografía
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Humana (Medicinales y Cosméticos). En: La Calidad Integral de
los Medicamentos (Primer Simposio Nacional de Contralor de Drogas y
Medicamentos,
Bs. As. Noviembre, 1969) pp 563-595. Ministerio de Bienestar Social,
Buenos Aires, 1971.
(a) Artículo preparado a invitación de la Fundación
Instituto “Hipólito Unanue”.
(b) Director de la Escuela de Farmacia y Bioquímica de la Universidad
Peruana “Cayetano Heredia”.
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