Dr. Manual Podestá Ventura
El 27 de junio ha fallecido el Dr. Manuel Podestá Ventura, quien
fuera primero Director Médico y luego Gerente General de la Corporación
Pfizer, habiendo llegado a ser Presidente de la Asociación Nacional
de Laboratorios Farmacéuticos (ALAFAR-PE) y Presidente del Consejo
Directivo de la Fundación Instituto Hipólito Unanue, posiciones
desde donde apoyó el patrocinio de estas Instituciones a la investigación,
actividades y reconocimientos en el campo de la Medicina, Odontología,
Farmacia, Bioquímica y Ciencias Biológicas.
Casado con la Sra. María Haustein, deja 4 hijos: Francisco (Ingeniero
Industrial); María Teresa (Profesora de Artes); Antonio (Ingeniero
Electrónico) y Gonzalo (Ingeniero Industrial).
Con su partida, dejamos de tenerlo físicamente, pero no en espíritu,
ya que él vivirá en todos los que lo conocimos, como el
docente nato, médico íntegro e integral, preclaro gastroenterólogo,
caballero, hombre correcto y honesto, padre y esposo ejemplar y amigo
paradigmático.
Se graduó como Médico en la Facultad de Medicina de San
Fernando de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos y tuvo una activa
y decidida participación en la vida universitaria, académica,
gremial e institucional médica, principalmente en la Gastroenterología.
Se formó en la Escuela de dicha especialidad, en la Universidad
de Pennsylvania, de reconocida fama mundial, dirigida por el Profesor
Henry L. Bockus, lo que le permitió desarrollar en el Perú funciones
académicas y profesionales con singular éxito.
Participó en la fundación de la Universidad Peruana Cayetano
Heredia, integrando el brillante grupo docente de Clínica Médica
del Hospital Arzobispo Loayza.
En el campo de la Gastroenterología contribuyó en la organización
del X Congreso Panamericano de Gastroenterología que tuvo por
sede Lima en al año de 1967 y que fue presidido por el Dr. Germán
Garrido Klinge. Con los Dres. Benjamín Alhalel, Ernesto Castillo
Lindley, Max Biber P., Raúl León Barúa y el suscrito,
entre otros, conformamos el Comité Organizador. Posteriormente
en 1972, formó parte de la Junta Directiva de la Sociedad de Gastroenterología
del Perú, que me tocó presidir y trabajó con gran
entrega en la Organización del III Congreso Peruano de Gastroenterología
y Primera Reunión de Gastroenterología de los Países
del Grupo Andino. En los años siguientes constituyó parte
de las delegaciones oficiales a los Congresos Mundiales de Gastroenterología
de México, España, Suecia, Brasil, a los Congresos Panamericanos
de Argentina, Brasil, Colombia, Paraguay, Bolivia, entre otros, participando
entusiastamente en todos los eventos organizados por la Sociedad de
Gastroenterología del Perú.
A su retorno de los Estados Unidos de Norteamérica, en 1961,
trajo consigo el Fibroscopio de Hirchowitz, que había sido presentado
en el Congreso Mundial de Gastroenterología en Washington en 1958,
endoscopio e invento norteamericano predecesor de los endoscopios de
fibra posteriormente diseñados y fabricados por los japoneses.
Este instrumento lo puso generosamente a disposición de quienes
lo solicitábamos y de este modo colaboró en la Unidad de
Gastroenterología que la Universidad Peruana Cayetano Heredia
tenía en el Hospital Dos de Mayo, así como con la Fuerza
Aérea, para el examen endoscópico de pacientes. Con este
endoscopio examinamos al recordado Profesor René Gastelumendi.
Por lo expuesto en las líneas precedentes, vemos que Manuel Podestá Ventura
ha sido el pionero en el Perú de la introducción de la
fibroscopía para el examen del estómago y duodeno, con
el gastroduodenoscopio de Hirchowitz. Posteriormente con los doctores
Hernán Espejo Romero, Ernesto Castillo Lindley y Horacio Barrios,
lideramos en el Perú la aplicación de la fibroendoscopía
en Gastroenterología con los instrumentos japoneses.
En el año 1955, hace casi medio siglo, conocí a Manuel
Podestá, conjuntamente con Carlos Petrozzi, en el Pabellón
4-1 del Hospital Arzobispo Loayza, a donde bajo la tutela del Profesor
Benjamín Alhalel iniciamos nuestras prácticas de Clínica
Médica. Allí desde el primer momento nació una gran
empatía que se convirtió en sólida amistad que fue
fortaleciéndose con el correr de los años. Nuestras esposas,
igualmente congeniaron y son grandes amigas y con nuestros hijos que
eran contemporáneos recuerdo haber pasado inolvidables fines de
semana gozando de su hospitalidad en su casa del Balneario de Santa María
del Mar. Con Manolo y Maruja viajamos mucho a todos y cada uno de los
Congresos Mundiales, Panamericanos, Nacionales, disfrutando de momentos
y experiencias memorables.
Durante años alternamos nuestra actividad docente y de ejercicio
de la medicina con la institucional, en la Sociedad de Gastroenterología
del Perú, en la Fundación Instituto Hipólito Unanue,
en el Colegio Médico. En todas estas ocasiones, dentro de la seriedad
aparente de Manuel, apreciaba su gran sentido del humor y una cualidad
especial en él, de hacer finas bromas con su estilo muy peculiar
y propio. Su profundidad de pensamiento y filosofía de la vida
estaban presentes en todos sus actos. Guardo especial recuerdo de sus
puntos de vista durante nuestros cambios de ideas y conversaciones.
Resta aún mucho por decir... esto queda en lo más profundo
de los corazones de quienes tuvimos la suerte de conocer y tratar a Manuel
Podestá Ventura.
Manolo, Descansa en Paz. En tu paso por la Vida has dejado una estela
que perdurará en forma inmarcesible.
Dr. Alberto Ramírez Ramos
Profesor Emérito de la Universidad Peruana Cayetano Heredia,
Miembro del Consejo Consultivo de la Fundación Instituto
Hipólito Unanue
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