Maximiliano Gonzáles Olaechea: Maximiliano Gonzáles Olaechea (MGO) fue un Maestro de la medicina peruana de excepcional personalidad que cubrió la primera mitad del siglo XX dedicado a la docencia médica en la Facultad de Medicina de San Fernando de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos (UNMSM). En esta tarea compartió primero, y sucedió en responsabilidades, al no menos eminente Maestro Ernesto Odriozola, a quienes se les atribuye la influencia de la metodología francesa en la enseñanza de la clínica médica. Nació en Arequipa el 30 de noviembre de 1866. Sus padres fueron don Julián Gonzáles y doña Trinidad Olaechea. Estudió en el Colegio de la Independencia de su ciudad natal. Habiendo ingresado a la Facultad de Medicina (UNMSM), egresó optando el grado de Bachiller en 1891, con la tesis: “Cirrosis hepática de origen palúdico de forma atrófica”. Posteriormente en 1893 obtuvo el título de médico-cirujano presentando la tesis: “El epiplocele consecutivo a la abertura de los abscesos hepáticos por el método de las grandes incisiones”. Fue nombrado médico auxiliar interino del Hospital dos de Mayo en 1892, después de haber sido nominado médico del Hospital San Bartolomé, en donde tuvo una breve estancia. En 1912 fue nombrado médico titular, cuando ya venía ejerciendo la docencia, dedicándose por entero a la asistencia hospitalaria y compartiendo a la par la enseñanza, desempeñándose en los ambientes del hospital con proverbial distinción y competencia, hasta que alcanzara la jefatura de la Sala San José, donde laboró sin interrupciones hasta 1931 en que fue elegido Decano de la Facultad de Medicina (UNMSM) (1). Su ingreso formal a la docencia se registra en 1897, como Catedrático adjunto de Patología General y Clínica Propedéutica. Posteriormente fue nombrado titular en 1905. En este cargo impulsó la enseñanza de la Semiología Médica, modificando el sistema, propiciando en los alumnos las habilidades metodológicas para el reconocimiento de los elementos principales que permitan llegar al diagnóstico a ravés de la identificación de los síntomas de las diferentes enfermedades, y de los signos de los órganos accesibles de la anatomía topográfica humana. La práctica docente era realizada principalmente en la Sala San José de su jefatura que recibía toda clase de patología, con preferencia de enfermos cardiovasculares y cerebro - vasculares. Una de sus primeras preocupaciones lectivas fue la descripción de la semiología topográfica de la región precordial que, constituyó el tema de su primera clase magistral con la que se inauguró el año académico de la Facultada de Medicina en 1908. Mostró profusión de esquemas didácticos que caracterizan el área precordial explicando los avances del conocimiento semiológico predominante a nivel internacional (2). Fue el ponente oficial en el área de Medicina, durante el primer Congreso Nacional de Medicina que se realizó en Lima entre el 15 al 23 de diciembre de 1927. Expuso el tema: “La medicina general y las diversas disciplinas del arte de curar”. Fue propulsor de la investigación especialmente en el área cardiovascular, respaldando los estudios en cardiología cuando aún era una incipiente especialidad clínica. Precisamente bajo su patrocinio fue adquirido el primer electrocardiógrafo en el país, auspiciando que el Doctor Rafael Alzamora Freundt, quien fuera su discípulo de excelencia, viajara a Norteamérica; y que a su retorno se instalara en la Sala San José. A partir de 1927 se registraron los primeros electrocardiogramas en nuestro medio (1, 4, 6). La investigación científica con el apoyo de MGO, recibió un generoso impulso. Como se evidencia con el estudio de la Fibrilación auricular que fue la tesis de bachiller de Rafael Alzamora realizada en la Sala San José, publicada en 1922, y que ha marcado un hito en la inicial evolución científica de la Cardiología peruana (5). MGO fue nombrado Catedrático de Clínica Médica en 1922, reemplazando al Profesor Odriozola quien falleciera en 1921, dedicándose al ejercicio de su definitivo cargo con encomiable ilustración y eficiencia. Durante sus clases magistrales “gustaba expresarse en plural”. En la práctica clínica recurría con sutileza a las metáforas. Solía decir: “en clínica como en nosografía es necesario simplificar y no complicar”; “nadie es infalible”, y en alusión a la culminación de los fuegos artificales decía: “a ver si sale la paloma”, al referirse a la propuesta de un diagnóstico difícil (6). Con motivo del trabajo del Profesor Potain, de Francia; referido al mecanismo de los soplos anorgánicos, publicó MGO, un estudio amplio y revisó la génesis de los soplos anorgánicos según la teoría de diversos autores, como Laennec, Samson, Balfour, Bouillaud entre otros. Refuta la génesis de Potain que implica a la participación de la lengüeta pulmonar sincronizada a la sístole ventricular izquierda. Propone que el mecanismo más aceptable debe ser “la distensión de las paredes de la arteria pulmonar por su menor tonicidad al pasaje del flujo sanguíneo” lo que ensancha el vaso “dando lugar al soplo pulmonar”; que se escucha en la mayoría en el foco de auscultación pulmonar y en el foco mitral (7). Las arritmias cardíacas constituyeron otra de sus predilecciones. La fibrilación aruicular fue estudiada con métodos cardiográficos externos de inscripción directa por instrumentos esenciales mecánicos antes de la era electrocardiográfica en el Hospital Dos de Mayo. Era habitual que durante la presentación de los casos clínicos en las clases magistrales, ilustraba las explicaciones con el electrocardiograma a partir de 1927, para lo que contaba con la participación de su médico ayudante de cátedra el Dr. Rafael Alzamora. La electrocardiografía en Europa y especialmente en Estados Unidos, por aquel tiempo alcanzaba un rápido desarrollo en gran parte por las investigaciones de la escuela de Frank Wilson, cuyos aportes continúan vigentes en la actualidad (8). Asimismo fue realizada la primera tesis de investigación sobre el electrocardiograma en la hipertensión arterial, en 1932, por Aurelio Peralta, con el auspicio de MGO (9). Es oportuno mencionar que por entonces, recién se fundaba en 1924, la Asociación Americana de Cardiología en los Estados Unidos de Norteamérica. Durante la vigencia de MGO, fueron apareciendo los primeros atisbos de la especialidad cardiológica, de la que se le considera un verdadero precursor científico. El prestigio personal de MGO, fue motivo para que participara activamente en la sociedad civil de su época, ocupando diferente funciones directrices y honoríficas de importancia. Fue elegido presidente de la Beneficencia Pública de Lima, ejerciendo el cargo de Inspector del Hospital Dos de Mayo en dos períodos, en 1937 y entre 1939 hasta 1945. Aunque era ajeno a los atractivos políticos, fue elegido miembro del Jurado Nacional de Elecciones en 1931, con la presidencia del Dr. Araujo Álvarez, por ser delegado de la Universidad San Agustín de Arequipa, de la que era Doctor Honoris Causa. En 1921 ingresó a la Academia Nacional de Medicina, siendo elegido presidente en 1923. Fue miembro activo y honorario de varias sociedades científicas; entre ellas: la Sociedad Médica Daniel Carrión, la Unión Fernandina, La Sociedad de Biología, la de Neuro-psiquiatría y la Sociedad de Medicina Legal. En 1925 fue elegido miembro de la Academia Nacional de Medicina de los Estados Unidos de Norteamérica, lo que constituyó un privilegio porque era la primera vez que era designado un profesional latinoamericano (6). Ocupó el cargo de Decano de la Facultad de Medicina (UNMSM) en tres períodos, lo que además de constituir un hecho excepcional; ocurrieron durante épocas difíciles para nuestro país que a la sazón estaba sumido en problemas políticos nacionales trascendentales. La primera elección fue en 1931, la segunda en 1939 hasta 1941, renunciando debido a presiones administrativas con las que disentía. El último período aconteció en 1945 cuando la estructura del Estado ingresaba a cambios importantes. Desafortunadamente falleció en pleno ejercicio de su cargo, cuando se encontraba de descanso en el Balneario de Huacachina en Ica, tan en boga en aquella época (10). MGO dedicó su capacidad profesional no sólo a la enseñanza, sino a la investigación; estudiando diferentes aspectos de la nosografía, patología y clínica médica, lo que se comprueba por la frecuencia de sus publicaciones y la variedad del contenido. Además de ser un distinguido conferencista. Acostumbraba ilustrar las clases magistrales con los propios casos clínicos que el estudiaba en su diario quehacer al lado del paciente en el Hospital Dos de Mayo (6). Fue miembro del directorio y redacción de las más importantes revistas nacionales: Monitor Médico, Crónica Médica, Gaceta Médica, Revista Peruana Médica, Gaceta de los hospitales, Actualidad Médica Peruana, Reforma Médica, Revista de Neuropsiquiatría y Medicina Legal, Anales de la Facultad de Medicina. Las publicaciones de MGO cubrían variedad de casos clínicos que por su singularidad han constituido valiosos aportes a la medicina interna. Incluía por lo general las observaciones anatomopatológicas de acuerdo a la correlación clínica y nosográfica. Describió una amplia gama de entidades, como: cirrosis hepática, paludismo, esplenopatías, enfermedades suprarrenales, diabetes mellitus, hepatitis, sífilis, linfogranulomatosis, eosinofilia y muchas más (6).
Mencionemos un listado en resumen de las principales publicaciones de MGO, aparecidas en las diferentes revistas anteriormente citadas, en orden cronológico (6).
•Encefalitis epidémica (1921). Respecto a las enfermedades respiratorias, publicó: •Yodoformo y su aplicación en la tuberculosis pulmonar (1891). Sus observaciones clínicas fueron objeto de las publicaciones en el área renal: •Ruptura de la uretra en su porción membranosa consecu- tiva a un absceso perineal (1899). La enfermedad de Carrión, fue otro de los temas que atrajo al profesor MGO. El profesor Raúl Rebagliati en su obra Verruga Peruana (1940) comenta algunos trabajos que considera contribuciones de MGO en cuanto a la transmisión, terapia y ecología. Asimismo el Profesor Ernesto Odriozola en su obra cumbre La Maladie de Carrión (1890), reconoce los alcances terapéuticos en la Verruga, iniciados por MGO. •Un caso de verruga e infección visceral (1890). La Medicina Legal constituyó otra de las aplicaciones profesionales de MGO Cuando ejerció el cargo de Jefe del Servicio de Antropometría e identificación dactiloscópica de la Intendencia de Policía, implantó el método de “identificación dactiloscópica” en el país. Publicó en esta disciplina algunos trabajos: •Modificaciones del aparato de Vucetich (1909).
1 Profesor Principal de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos (UNMSM). |
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