Obesidad y comorbilidad
Mario Zubiate (1)
La obesidad, especialmente la obesidad central o visceral, produce un aumento en la morbimortalidad del sujeto debido a que se relaciona estrechamente con diversas patolo-gías.
A continuación pretendemos revisar someramente las características de este tipo de patología.
Hipertensión Arterial
La relación entre obesidad/obesidad central e hipertensión arterial está más que suficientemente probada. El obeso tiene mayor riesgo de hipertensión arterial que el sujeto delgado (1-3). Se calcula que por cada 10 kg de aumento de peso las presiones sistólica y diastólica aumentan 3 y 2 mmHg respectivamente. Hoy se considera que el peso y la presencia de grasa visceral tienen efectos aditivos e independientes sobre la presión arterial (4). Aún cuando no se sabe exactamente el mecanismo de esta asociación se acepta actualmente la importancia de la hiperinsulinemia así como el aumento de la actividad de las catecolaminas y la renina plasmática.
Hiperlipidemia
En la obesidad los niveles sanguíneos de lípidos están alterados con especial predilección para aumento de LDL y de la relación LDL/HDL (5). Otro lípido que se incrementa con frecuencia en la obesidad son los triglicéridos que se asocian a un incremento de VLDL.
Diabetes Mellitus
Alrededor del 80% de los sujetos diabéticos no insulinodependientes son obesos y se señala que la Obesidad Central es un factor mayor de riesgo para desarrollo de esta patología. Si a esta situación se agrega sedentarismo y estilo de vida inadecuado, como por ejemplo abuso de alimentación rica en calorías, el riesgo para desarrollar diabetes mellitus tipo 2 se incrementa marcadamente (6).
Alteraciones respiratorias
estados más complicados como son, por ejemplo, el síndrome de Pickwick que se caracteriza porque el sujeto puede quedarse dormido en posición de pie. En relación con el intercambio gaseoso durante la respiración, lo más frecuente es una alteración de la ventilación-perfusión que ocurre cuando las bases pulmonares están poco ventiladas debido a la elevación del diafragma (7).
El síndrome de “ápnea-sueño” es más frecuente entre los obesos y sus consecuencias pueden ser graves debido a patología pulmonar subyacente. Estos episodios de ápnea pueden durar más de un minuto, van seguidos de un corto período de respiración estertorosa con ronquidos. Se acompaña de marcada disminución de la presión arterial de oxígeno y de un aumento moderado de la presión de anhídrido carbónico. Durante estos episodios son frecuentes las arrítmias que pueden llevar a muerte súbita (8).
Litiasis biliar
Esta es 3 a 4 veces más frecuente sobre todo en mujeres obesas. Esta litiasis se compone principalmente de colesterol y su formación es favorecida por la sobresaturación de colesterol de la bilis y simultáneamente del éstasis biliar (9-10).
Otro componente biliohepático de la obesidad es la esteatosis hepática que refleja aumento de VLDL, asociado a hiperinsulinemia (11).
Conclusiones
1. Es beneficioso para EsSalud brindar tratamiento adyuvante del cáncer de mama puesto que ahorra costos de mediano plazo.
2. El análisis que se realice siempre debe considerar el costo integral del tratamiento
3. En un período de tres años, EsSalud puede ahorrar 1.7 millones de Nuevos Soles por la administración de un tratamiento de última generación como es el caso del Trastuzumab.
4. Adicionalmente, existe un beneficio relacionado con la calidad de vida del paciente que es uno de los objetivos que tiene EsSalud como institución.
Cáncer
Tumores más frecuentemente asociados a obesidad
1. Hormonodependientes
• Endometrio
• Ovario
• Cuello del útero
• Mama
• Próstata
2. No hormonodependientes.
• Colon y recto
• Vesícula biliar
Este cuadro está basado en un estudio prospectivo de la Sociedad Americana de Cáncer en el que fueron evaluados 750,000 sujetos durante 12 años. En este estudio se demostró que el riesgo relativo de morir de cáncer era de 1.33 y 1.55 en individuos obesos o con sobrepeso igual o mayor a 40% según fueran hombres o mujeres respectivamente (12-15).
El cáncer colorrectal muestra fuerte correlación con el IMC, la relación abdómino-glútea y una alimentación excesi-vamente rica en grasas y calorías y pobre en fibra.
Alteraciones articulares
En el obeso se acelera el desarrollo de osteoartrosis especialmente en la rodilla entre las mujeres (16).
Síndrome de Ovarios Poliquísticos(SOPQ)
Este síndrome ha sido materia de un consenso sobre los criterios diagnósticos y el riesgo de salud a largo plazo. Dicho consenso se realizó en el año 2003 y el informe del mismo aparece en el año 2004 en Fertility and Sterility (17).
Desde las primeras descripciones de este síndrome se pudo comprobar que está asociado a sobrepeso y obesidad en más del 80% de los casos.
Teniendo en mente que también la diabetes mellitus tipo 2 se acompaña de obesidad, surgió la interrogante de cuál podría ser la asociación entre diabetes mellitus y poliquistosis ovárica. Esta asociación fue descrita por el autor del presente artículo en numerosas publicaciones, desde 1970 (18-19).
El síndrome de ovarios poliquísticos es un cuadro de hiperandrogenismo, cuyo cuadro clínico está representado fundamentalmente por hirsutismo, seborrea, acné y comedones que ha sido descrito por Goldzieher y Green (20). Adicional- mente, existe un cuadro de hiperandrogenismo bioquímico que ha sido descrito en varias publicaciones en el Perú y que se acompaña de incremento en la concentración de testosterona libre, la relación LH / FSH, puede haber elevación de prolactina en una parte de los casos, así como de sulfato de DHEA (19).
Al igual que la diabetes mellitus tipo 2, el SOPQ se caracteriza por un cuadro de hiperinsulinemia y síndrome de insulino-resistencia y por tal motivo determina riesgo de morbimortalidad cardiovascular (21-25).
Una observación muy interesante es la hecha por el grupo de investigadores que trabaja con Lourdes Ibáñez en España. Ellos señalan que el peso bajo al nacer se asocia a pubarquia precoz y en niñas que presentan menarquia precoz hay mayor prevalencia de peso bajo al nacer que se acompaña de un cuadro de hiperandrogenismo. Hay que recordar que la pubarquia precoz se puede diagnosticar cuando se presenta vello pubiano antes de los 8 años. Este dato debe llamarnos la atención porque está indicando un riesgo de desarrollo de síndrome de ovario poliquístico ya a esa edad. El mismo grupo de investigadores sugiere tratamiento para evitar los riesgos de arterogénesis en mujeres jóvenes. Este tratamiento consiste en la asociación de flutamide-metformina combinado con etinilestradiol-drosperinona (26).
Para completar esta revisión señalaremos que aproximadamente el 5% de las mujeres con hiperandrogenismo presenta en el examen clínico “acantosis nigricans” manifiesta. Este es el síndrome ha sido denominado Hair-An por Kahn (27).
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1 Endocrinólogo, Consultor y Asesor de EsSalud. |