Dr. Raúl Gamboa Aboado

El destino ha querido que dos grandes amigos, entrañables entre sí, coincidan con su fallecimiento en menos de un año, me refiero al Dr. Alberto Ramírez Ramos y al Dr. Raúl Gamboa Aboado; a quienes los hemos conocido y gozado de su amistad nos dejan una profunda tristeza por su ausencia. Ambos fueron profesionales médicos, investigadores, docentes de gran éxito, prestigio y reconocimiento en todas las actividades que desarrollaron tanto a nivel nacional como internacional, personas de bien, constructores de sólidos lazos familiares; su recuerdo y legado personal harán que ellos vivan en y con todos nosotros.

En esta oportunidad escribir una semblanza del Dr. Raúl Gamboa Aboado, me resulta sumamente difícil, por no decir doloroso, el tener que rememorar y dar testimonio de su persona, con quien me ha ligado años de trabajo, haber compartido vivencias, gozado de su amistad, frecuentar su querida familia, viajar por placer descubriendo en el mundo lo que cuando es por trabajo no se tiene la oportunidad de ver, admirar lo que la naturaleza y la obra del hombre permiten apreciar, resignado a escuchar hasta en sus últimos días el preguntar cuál es el próximo itinerario, porque tenía deseos de seguir viviendo sin estar muy consciente de que la vida se le iba. Como persona, ejemplo de sencillez y modestia, cualidad que engrandece a los que la poseen, nunca tuvo afán de protagonismo, virtud que muy pocos tienen, trabajador responsable, dedicado a sus pacientes, conferencista infatigable siempre dispuesto ante las numerosas solicitudes que le hacían, ameno pero con rigor científico, tenaz defensor de principios y valores que más de una vez lo enfrentó tercamente sin ceder porque era practicante de ellos, humano, quería y era querido por toda su familia y por todos aquellos que lo llegaron a conocer.

El Dr. Raúl Gamboa nació en Lima, de padre colombia-no y madre peruana quienes se conocieron mientras laboraban en la Embajada de Colombia en Lima, el mayor de 5 hermanos, los otros cuatro, 1 hombre y 3 mujeres residen en los Estados Unidos; cursó sus años escolares, inicialmente en el Colegio San Agustín y la secundaria en el Colegio Maristas de San Isidro. Obtuvo el grado de Bachiller y el Titulo de Médico Cirujano en la Universidad Mayor de San Marcos el año de 1959, más adelante el Título de Especialista en Cardiología y Doctor en Medicina en la misma Universidad de San Marcos. En los últimos años de sus estudios de medicina concurre al Instituto de Biología Andina bajo la tutela de sus maestros Dr. Alberto Hurtado y Dante Peñaloza, realizando sus primeras investigaciones en Cardiología y se relaciona con la altura. Fueron ellos los que lo estimulan a viajar a los Estados Unidos, a realizar sus estudios de postgrado permaneciendo 7 años. Inicialmente como Research Fellow in Cardiology Pediatrics en The Mount Sinai Hospital de New York, durante un año. Research Fellow in Medicine (Cardiology) durante 3 años en The Children´s Hospital Medical Center and Harvard Medical School en Boston. Luego Advanced Research Fellow in Cardiology (American Heart Association) en The University of Texas Southwestern Medical School. Dallas y Georgetown University School of Medicine en Washington D.C. Es en estos años de estadía en los Estados Unidos que recibe gran influencia en su calificada formación profesional por sus grandes mentores, el Dr. Arthur Grishman en New York, Alexander Nadas, Paul Hugenholtz y Grieg Monroe en Boston, Carlton Chapman en Dallas y Hubert Pipberger en Washington.

Su gran vocación por la docencia la inicia como Assistant Professor of Pediatrics in The University of Texas Southwestern Medical School en Dallas, luego como Associate Professor of Medicine in Georgentown University School of Medicine in Washington D.C. A su retorno al Perú el año de 1969, manteniendo el deseo de seguir enseñando, se integra como Profesor Asociado de Fisiopatología a las Universidades Federico Villarreal y en la Universidad Nacional Mayor de San Marcos donde ejerce el cargo de Profesor Asociado de Bioquímica y Fisiología, posteriormente en reconocimiento a su formación profesional es incorporado con la categoría de Profesor Principal en la Universidad Peruana Cayetano Heredia desde el año 1978 tanto de las Facultades de Medicina y Ciencias; es importante mencionar que en más de una oportunidad fue considerado como el profesor que alcanzó la mayor calificación en la evaluación docente por los alumnos. En razón a sus méritos docentes y de investigador lo convoqué a asumir el cargo de Vicerrector de Investigación, teniendo un brillante desempeño, cuya labor es reconocida por toda la comunidad de la Universidad Peruana Cayetano Heredia. Continuando la labor con su antecesor el Dr. Alberto Ramírez Ramos, construyeron la plataforma de conducción de la investigación de la Universidad, propusieron las líneas de investigación institucional, elaboraron los documentos normativos como el Manual de Organización y Funciones (MOF) del Vicerrectorado de Investigación pionera en el Perú, crearon el Fondo Concursable para Apoyo a la Investigación, el Fondo para Becas de Retorno de Investi-gadores, y muchos logros más. Al culminar su gestión es incorporado como Profesor Extraordinario Investigador y Profesor Emérito de la Universidad. Ha sido Epónimo de una de las Jornadas Científicas que reúne a todos los investigadores de la Universidad y se le otorgó la Condecoración de la Orden Cayetano Heredia en el Grado de Gran Oficial.

La docencia no sólo lo ha realizado a nivel de las aulas universitarias, su disposición y calidad de expositor fue motivo de haber participado en más de 400 actividades científicas ya sea de ponente o conferencista en reuniones organizadas por diferentes instituciones científicas tanto del Perú, como en los Estados Unidos, España, Colombia, Brasil, Ecuador, Bolivia, etc., dejando una estela de beneplácito en todos aquellos que lo escuchaban.

La investigación ha sido otra de sus grandes inquietudes que le dedicó gran parte de su tiempo, empezó muy tempranamente en los últimos años de estudiante de medicina, como hemos mencionado, antes de terminar la carrera la inicia en el Instituto de Biología Andina de la Universidad Mayor de San Marcos, la ha continuado en los Estados Unidos durante su capacitación y a lo largo de su ejercicio profesional, siempre relacionado con los diferentes aspectos de la especialidad de Cardiología. Su amplia producción científica no sólo es numerosa, sino también es reconocida por su calidad, ha publicado 2 libros, ha escrito capítulos en otros 10 libros, habiendo publicado más de 70 artículos, la mayoría de los cuales han sido editados en revistas científicas indexadas en el extranjero principalmente Estados Unidos e Inglaterra, destacando por su originalidad y trascendencia. Evidencia de ello es que obtuvo el Premio Hipólito Unanue en 1970, y como coautor de dos libros ha compartido igualmente el Premio Hipólito Unanue a la Mejor Edición Científica de la Fundación Instituto Hipólito Unanue.

En mérito a su destacada carrera profesional fue incorporado como Miembro Activo, Titular u Honorario de una gran cantidad de Sociedades Científicas, algunas de las cuales ocupó el cargo de Presidente como la Sociedad Peruana de Cardiología, Sociedad Peruana de Hipertensión, la Sociedad Peruana de Angiología, Miembro de Número de la Academia Nacional de Medicina, Miembro de la Sociedad Peruana de Medicina Interna, Pediatría, Gerontología y Geriatría, entre otras a nivel nacional; a nivel Internacional, Miembro Correspondiente de la Sociedad Chilena de Cardiología, Miembro Honorario de la Sociedad Ecuatoriana de Cardiología, Miembro del Inter-American Society of Hipertensión, Miembro del Consejo Editorial de Edición Española del Journal of the American College of Cardiology, Miembro de American Associaton for the Advancement of Science, y otras que por razones de espacio no las menciono.

Su afición por el deporte lo llevó a estar muy cerca de esta disciplina, donde no sólo aplicó sus conocimientos médicos respecto a la fisiología y dinámica de ella, sino que también realizó docencia e investigación en el campo de la medicina del deporte en la que hizo importantes contribuciones. En reconocimiento a su capacidad y dedicación fue elegido Presidente de la Sociedad Peruana de Médicos del Deporte, Presidente de La Federación Peruana de Natación y Presidente del Comité Olímpico del Perú (por dos períodos consecutivos) concurriendo en representación de nuestro país Presidiendo la Delegación Olímpica Peruana a los recordados Juegos Olímpicos de Seúl-Corea en 1982. A nivel interna-cional ha sido Miembro de la American College of Sport Medicine, y Miembro Honorario de la Sociedad Boliviana de Medicina del Deporte, entre otros.

Quienes hemos conocido a Raúl Gamboa, hemos podido apreciar y valorar a una persona con disposición a enfrentar retos en los diferentes campos de la vida profesional, de allí su éxito alcanzado, siempre dispuesto a asumir con interés, responsabilidad, dedicación y solvencia, con ánimo a colaborar y aportar en todo lo que se le solicitaba, en la Universidad Peruana Cayetano Heredia desde el cargo que ocupaba ya sea como profesor admirado, investigador destacado o autoridad sobria, prudente, amable, amigable, rigurosamente respetuoso de los principios y valores que los practicaba y exigía que lo respeten. He aprendido con él, que la responsabilidad, rigurosidad y el celo en el comportamiento ético en la investigación es la mejor garantía que puede exhibir una universidad para guardar o incrementar el prestigio que declara.

Mi testimonio personal es la de quien tuvo el privilegio de haber sido su amigo, de haberlo conocido más allá del compartir muchas horas de trabajo, gozado de su disposición a la música, a la fiesta y al baile en el que afloraba su ancestro colombiano. Compartido con su esposa Rosita Salazar, fina y distinguida dama, dedicada integra mente a él, fiel guardián de su bienestar, pródiga en su cariño y cuidado hasta el final de su existencia, conocer a sus hijos Rosita, Jorge y Raúl quienes les dieron seis nietos a los que quería entrañablemente. La vida nos permitió viajar los últimos años por turismo y placer por casi todo el mundo, quedó en proyecto muchos sitios más, su vitalidad y fortaleza desafiante nos llevó a subir hasta las últimas estaciones de la muralla china o admirar y caminar últimamente por la Toscana o Capri en Italia, siempre sonriente, silbando un bolero cuando andábamos en algún lugar del mundo. Resta mucho por decir, su ausencia será difícil de superar, pero los recuerdos serán gratos y perdurarán en los corazones seguramente de todos aquellos que tuvieron lo oportunidad de conocerlo.

Dr. Oswaldo Zegarra Rojas
Ex Rector de la UPC