El espejo de Haití
Nelson Raúl Morales Soto 1
El primer ministro de Haití, veinte días después del terremoto que afectó Puerto Príncipe, informa: se han contabilizado 200 mil muertos excluyendo los aún atrapados bajo escombros o los sepultados por sus propias familias. Esta cifra delata la magnitud de la destrucción y la rapidez con que esta ocurrió lo cual limitó la capacidad para evacuar las edificaciones en el momento crítico, tal ocurre en las áreas cercanas al epicentro. Aunque las sacudidas ocurrieron el 12 de enero, el desastre probablemente se había iniciado antes con los serios problemas sociales y económicos precedentes que hoy se han multiplicado y amenazan convertirse en una descomunal crisis social. Toda la historia comenzó con el incremento de la vulnerabilidad.
La vulnerabilidad es la susceptibilidad del elemento expuesto -persona, edificación o ciudad- para convertirse en víctima cuando sufre un impacto adverso de origen natural o causado por el hombre permitiendo al evento alcanzar categoría de desastre. La vulnerabilidad se cultiva y acumula por décadas, se propicia a veces. La imprevisión, la desorga-nización, la transgresión a la norma la acunan, el desorden y la informalidad la potencian, la corrupción la enraíza.
Un desastre desnuda debilidades sociales ocultas o no percibidas porque se convive con ellas. El impacto quebranta la organización social e institucional y cuando sorprende a la comunidad ya desorganizada los daños son más profundos, prolongados y costosos, esto se traduce en mortalidad. Lo hemos visto en todos los terremotos ocurridos en el país, fue particularmente cruda la experiencia de Huaraz cuando tuvimos unos 70 mil muertos y desaparecidos y unos 165 mil heridos.
Aunque el terremoto se mide por su magnitud y sus intensidades, el desastre debe medirse por su impacto social. El terremoto de 1746 fue una hecatombe en los dos aspectos, las investigaciones de Pablo Emilio Pérez-Mallaina, “Retrato de una ciudad en crisis”, narra las vicisitudes de la sociedad limeña frente a los daños causados por el más poderoso sismo ocurrido en el litoral central del país en los últimos cinco siglos. Lima quedó destruida.
Debemos aplicar la dolorosa experiencia de Haití como un llamado a la reflexión para afrontar oportunamente las acechanzas de la naturaleza y fomentar una cultura de la seguridad. El desplazamiento de las placas tectónicas es inexorable, en este siglo el litoral ya se movió en Moquegua, Arequipa e Ica. En esa oportunidad la ayuda a las zonas afectadas provino de Lima, el centralismo es parte de la vulnerabilidad porque algún día la capital será la zona siniestrada, todos sabemos que tal ocurrirá pero nadie sabe cuándo.
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Bajo esta convicción es perentoria una movilización en todos los estratos de la ciudadanía para mitigar la vulnera- bilidad, todo proyecto o emprendimiento debe planificarse con visión del riesgo, hay que mitigar los innumerables debilidades del urbanismo y la vivienda, el transporte y los servicios básicos, la salud y la educación, la seguridad y la gobernabili-dad. La pérdida de vidas o bienes de unos repercutirá en todos, particularmente en los más pobres, debemos ya fortalecer el interés hacia lo colectivo. Es urgente ensamblar a todos los prestadores de salud en un sistema nacional de protección y asistencia médica para emergencias y desastres que nos garantice la atención sanitaria con oportunidad y efectividad, esto permitirá salvar vidas, única y última posesión del hombre.
Las buenas intenciones y el discurso no son suficientes para prevenir riesgos y mitigar los daños, se requiere un trabajo sostenido, antelado, racional y coordinado, presupuesto, decisión y, por sobre todo, autoridad.
Fuente: Pérez-Mallaina Bueno Pablo Emilio. Retrato de una ciudad en crisis. La sociedad limeña ente el movimiento sísmico de 1746. Consejo Superior de Investigaciones Científicas. Escuela de Estudios Hispano-Americanos. Pontificia Universidad Católica del Perú. Instituto Riva-Agüero. Sevilla 2001.
http://www.terra.com.pe/noticias/noticias/act2182240/gobierno-haiti-contabiliza-200000-muertos-por-sismo.html, acceso 02feb10, 18h10.
1 Profesor Emérito. Facultad de Medicina. Universidad Nacional de Trujillo. |